Vivir según tus valores: la clave para una vida plena y auténtica
En la búsqueda de una vida significativa y plena, la conexión con los valores personales es una de las claves. Los valores son principios fundamentales que guían las decisiones, acciones y comportamientos del día a día. Funcionan como pilares internos que proporcionan un sentido de dirección y propósito. Por ello, cuando las acciones se alinean con lo que realmente se considera importante, se experimenta una sensación de coherencia, bienestar y satisfacción. Por el contrario, cuando estas elecciones y decisiones no están en sintonía con los valores, es probable que surjan sentimientos de estrés y falta de realización.
¿Qué son los valores?
Los valores son las normas y principios que guían la forma de actuar, ser y pensar de una persona, es decir, son las convicciones sobre lo que se considera especialmente importante, los elementos que definen lo que es esencial para la vida. Los valores actúan como una brújula moral que orienta las decisiones diarias y fortalece determinadas formas de actuar. Se manifiestan en los comportamientos, actitudes y elecciones y están ligados a la identidad personal. Por ejemplo, si la honestidad es uno de los valores fundamentales de una persona, tomará decisiones en su vida que refuercen la transparencia y la sinceridad. Del mismo modo, si uno de los valores es la familia, tomará decisiones que vayan en consonancia, como dedicar tiempo de calidad a los seres queridos o buscar un trabajo que permita un equilibrio entre lo profesional y lo familiar.
Los valores como fuente de motivación interna
Los valores son una fuente de motivación y energía para afrontar las tareas cotidianas y tomar decisiones complicadas. Reconocer los valores principales facilita la toma de decisiones y la realización de acciones que están alineadas con lo que es verdaderamente importante para cada persona. Al reconocer qué es lo que realmente valora cada uno, se vuelve más fácil enfocar la energía en actividades que acercan a los objetivos y dan sentido.
Cuando las acciones están alineadas con los valores, se experimenta una sensación de fluidez y propósito. Las acciones ya no son aleatorias ni dictadas por presiones externas, sino que nacen de un lugar profundo y auténtico. Por el contrario, si las acciones no están alineadas con los valores, el contraste genera una sensación de vacío, desconexión e incluso estrés o frustración. Esto sucede porque se está viviendo en desacuerdo con lo que realmente importa para cada uno.
Por ejemplo, si uno de los valores principales es el desarrollo personal, se sentirá una fuerte motivación para invertir tiempo y esfuerzo en aprender nuevas habilidades, crecer como persona y superar obstáculos. Sin embargo, si se encuentra en situaciones donde no hay oportunidad de desarrollo, como un trabajo monótono, es probable que surjan las sensaciones de estancamiento, desmotivación e incluso frustración. Esta desconexión entre lo que se valora y lo que se experimenta puede ser una fuente importante de malestar emocional.
Evolución de los valores
Aunque los valores son principios fundamentales, es importante tener en cuenta que no son inmutables. A medida que acumulamos experiencias y adquirimos nuevos aprendizajes, los valores pueden cambiar. Lo que en un momento de la vida se considera importante puede cambiar con el tiempo, y este proceso es completamente natural. Por ejemplo, el valor de la amistad suele ser percibido diferente a los 15 años que a los 30, lo que refleja el crecimiento personal y la transformación derivada de nuevas vivencias.
También es importante destacar que los valores no tienen un significado objetivo o universal; cada individuo asigna un significado personal a los valores en función de sus creencias, cultura, educación y experiencias previas. Por ejemplo, para una persona el valor de «libertad» puede significar independencia financiera y la capacidad de tomar decisiones sin restricciones, mientras que para otra puede ser tomar decisiones sin sentirse presionado por las expectativas sociales.
Valores vividos y valores anunciados
Cuando se trabaja con los valores es necesario distinguir entre los que son «vividos» y los que son «anunciados». Los primeros son aquellos que se reflejan de manera clara en las acciones cotidianas de una persona, aquellos que otras personas pueden identificar fácilmente en el comportamiento. Por otro lado, los valores «anunciados» son aquellos que aún no se reflejan en el día a día, pero sí que son importantes para la persona.
¿Cómo saber cuáles son nuestros valores y vivir de acuerdo a ellos?
Para vivir de acuerdo con los valores de uno mismo, el primer paso es identificarlos. Este proceso requiere introspección y autoconocimiento, así como entender que cada valor puede significar algo distinto para cada persona y que los principales valores pueden cambiar a lo largo del tiempo. Al conocer los propios valores, las decisiones y acciones irán de acuerdo a lo que se valora realmente. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de cómo encontrar tus valores:
1.Reflexiona sobre lo que es importante para ti
Tómate un tiempo para pensar en lo que realmente es importante para ti, busca un sitio silencioso y en una hoja responde a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo más importante para mí?
- ¿Qué me da sentido y propósito?
- ¿Qué actividades o momentos me generan la mayor satisfacción?
- ¿Qué cualidades admiro en las personas que respeto?
Anota todo lo que te venga al pensamiento, sin juicio ni censura. Ya que muchas veces, cuando dejamos de lado las expectativas sociales o ajenas y nos enfocamos en lo que verdaderamente resuena con uno mismo, es cuando descubrimos lo que es realmente importante para nosotros. En base a las respuestas que hayas escrito, tendrás una idea bastante clara de cuáles son tus valores.
2. Listado de valores
En base a un listado de valores, ve seleccionando cuáles resuenan más contigo y ve reduciendo la lista hasta conseguir unos 3- 5 finalistas. Párate y reflexiona sobre lo que realmente valoras y consideras importante, tómate tu tiempo. Y ordénalos en función de la importancia que tienen para ti. A continuación, te dejo un listado de valores comunes; sin embargo, siéntete libre de añadir los valores que sientas. En este sentido, los valores son tan personales que es imposible escribirlos todos en un listado.
- Aceptación
- Aventura
- Amistad
- Amor
- Amar
- Arte
- Atractivo
- Autenticidad3.
- Autoridad
- Autonomía
- Belleza
- Capacidad
- Cortesía
- Compasión
- Compromiso
- Complejidad
- Conocimiento
- Contribución
- Cooperación
- Crecimiento
- Creatividad
- Curiosidad
- Diligencia
- Deber
- Diversión
- Ecología
- Emoción
- Esperanza
- Equidad
- Éxito
- Fama
- Familia
- Fidelidad
- Fiabilidad
- Flexibilidad
- Forma física
- Generosidad
- Gratitud
- Honestidad
- Honradez
- Humildad
- Imaginación
- Independencia
- Integridad
- Inteligencia
- Intimidad
- Justicia
- Liderazgo
- Maestría
- Moderación
- Música
- Novedad
- Paz interior
- Perdón
- Pertenencia
- Placer
- Popularidad
- Precisión
- Propósito
- Racionalidad
- Realismo
- Responsabilidad
- Resiliencia
- Reto
- Sabiduría
- Salud
- Sentido del humor
- Superación
- Tolerancia
3.Evalúa tu nivel de satisfacción con cada valor
Una vez que has identificado tus valores principales, reflexiona sobre cuánto los estás viviendo en tu día a día. Haz una evaluación sincera del 1 al 10 sobre qué tan alineado te sientes con cada valor. Si un valor tiene una puntuación baja, es importante que te hagas preguntas como:
- ¿Por qué este valor no se está reflejando en mi vida?
- ¿Qué cambios puedo hacer para que este valor tenga más presencia en mis acciones?
Si descubres que un valor importante está poco presente en tu vida, el siguiente paso es identificar acciones específicas que puedes tomar para incrementarlo. Por ejemplo, si el valor de la «salud» es fundamental para ti, pero no estás haciendo suficiente ejercicio, establece un plan para incorporar hábitos saludables en tu rutina diaria.
4.Revisa las decisiones importantes que has tomado
Reflexiona sobre las principales decisiones que has tomado en tu vida, como tu carrera, tus relaciones o tus proyectos personales. ¿Reconoces la influencia de alguno de tus valores en estas decisiones? Si alguna de estas decisiones no está alineada con tus valores, podría ser el momento de reconsiderarlas o hacer ajustes. Vivir en consonancia con nuestros valores no solo implica identificarlos, sino también hacer un esfuerzo consciente por alinearlos con nuestras acciones diarias. Esto puede requerir cambios, ajustes o tomar decisiones difíciles, pero cuando nuestras acciones están alineadas con lo que valoramos, experimentamos una mayor sensación de paz interior y satisfacción. En cambio, cuando hay incongruencia entre lo que decimos valorar y lo que realmente hacemos, los problemas emocionales y psicológicos pueden surgir. Este desajuste interno se traduce en estrés, frustración, ansiedad o depresión.
Conclusión: La importancia de vivir según nuestros valores
Vivir según nuestros valores fundamentales es una de las formas más efectivas de crear una vida plena y significativa. Cuando identificamos nuestros valores, reflexionamos sobre cómo los estamos viviendo y tomamos medidas para alinear nuestras acciones con ellos, podemos experimentar una vida más auténtica, coherente y satisfactoria. Además, vivir en consonancia con nuestros valores nos brinda una base sólida para tomar decisiones importantes, afrontar desafíos y alcanzar nuestros objetivos de manera más eficaz. Así que la próxima vez que te enfrentes a una decisión importante o te sientas perdido, recuerda consultar tu brújula interna: tus valores.
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