¿Valoras de manera adecuada a tus hijos?
El papel de padre y madre conlleva mucho más que proporcionar alimento, ropa, libros o juegos a los hijos. Estamos hablando de la importancia de lo emocional, del apoyo y del cariño… Por eso es importante que conozcas como influyen tus palabras en su autoestima y en su autoconcepto.
Por ejemplo, ¿alguna vez has felicitado o castigado a tus hijos por sus notas? Bien, aunque es una práctica muy común debemos conocer porque no debemos fijarnos solo en el resultado de una prueba académica, de un partido, un concurso… Lo realmente importante es el proceso, es saber cuánto esfuerzo, cuanta ilusión pudo poner tu hijo en esa tarea. Es entonces cuando podremos felicitarlo o no, pero será en relación a su esfuerzo. Es más, te propongo que para el próximo partido o examen en el cual tu hijo invierta mucho tiempo, lo felicites antes de hacerlo. ¿Y por qué? Porque es bueno que tus hijos sepan que valoras su esfuerzo, que sabes cómo son ellos, lo que hacen para conseguir sus metas y que eso no depende de nada más.
Esto es importante porque tus hijos deben saber quiénes son, cuáles son sus cualidades, sus áreas de oportunidad, lo que les hace felices o al contrario, enfadarse. Esto les permitirá tener un autoconcepto correcto que determinará, en gran medida, la interpretación que hagan de la realidad y les permitirá mejorar como personas y también su relación con los demás. El sentimiento valorativo de quienes son, de sus rasgos físicos y mentales así como su manera de ser hace referencia a la autoestima.
La autoestima se aprende y se puede cambiar, lo que nos permite mejorarla. El desarrollo de la autoestima está determinada principalmente por factores personales (imagen corporal, habilidades físicas, intelectuales…), personas significativas y factores sociales (cultura, creencias…). Esto último implica que la sociedad en la que vives marca en gran medida los valores que consideras importantes. El tenerlos te hará sentir bien y favorecerá en mayor medida una buena autoestima. Con tus hijos es igual. Si ellos creen que en la sociedad valoran y premian a un jugador de fútbol, a una chica delgada, a un niño que saca sobresalientes en los exámenes…estos valores sociales serán concebidos por ellos como importantes.
Además, es importante resaltar a las personas significativas que forman su entorno. Cuanto más importante sea una persona más importancia tendrá para ellos su opinión y mayor será su influencia. Por esta razón, tener una alta o baja autoestima está relacionada con el ambiente en el que se desenvuelve. La influencia será diferente si este es positivo y le apoya que si es negativo y le degrada, le critica o le exige demasiado.
¿CÓMO PUEDES SABER SI TUS HIJOS TIENEN ALTA O BAJA AUTOESTIMA?
Cuando un niño tiene una alta autoestima se siente bien, tiene sentimientos y pensamientos de sí mismo positivos. Tiene ganas de intentar cosas nuevas, de aprender, de probar nuevas actividades. Confía en él y en su capacidad para influir sobre eventos. Además, es más probable que se haga responsable de sus actos y manifieste una actitud cooperadora a la vez que autocrítica, algo que le permitirá aprender de los errores. Tendrá mayor control de su vida y esto le permitirá tener más en cuenta su propio juicio.
Por el contrario, si se ve cómo inferior, inútil o se siente infeliz es probable que presente una baja autoestima. Evitará muchas actividades por miedo al fracaso. Tendrá menos confianza en sí mismo por que no se verá capaz. Esto le llevará en muchas circunstancias a no responsabilizarse de sus actos. Se comportará, en mayor medida, de manera tímida o con cierta agresividad. Presentará, en mayor frecuencia, comportamientos no sociales por esa falta de seguridad. Sentimientos negativos como tristeza, frustración o sentimientos de vulnerabilidad. Actuará en función de “los otros”, de acuerdo a lo esperado. Muchas veces esto se traducirá en comportamientos de duda, defensa o miedo.
¿CÓMO INFLUYES EN LA AUTOESTIMA DE TUS HIJOS?
La familia es el primer contexto en el que se desarrolla el autoconcepto y en el que se empieza a formar la autoestima. Por eso es muy importante el papel que desempeñas como padre o madre. Algunas estrategias que puedes utilizar para ayudarles a formar una autoestima adecuada son:
- Confía en él. Es importante que le transmitas que crees en él y que confías en sus capacidades para que se sienta seguro.
- No le etiquetes. Evita usar etiquetas como “torpe”, “malo” o “tonto” cuando haga algo mal o “listo”, “bueno” si las hace bien. Es importante decirles lo que han hecho bien o mal pero juzgando siempre su comportamiento y nunca a ellos.
- Pasa tiempo con ellos: intenta buscar tiempo para dedicárselo, es importante que se sientan importantes y queridos. Hazles saber que lo que les ocurre es tan importante como tus tareas del día a día. No restes importancia a sus preguntas, a sus elecciones o a sus preocupaciones.
- Ayúdales a ir consiguiendo ciertas responsabilidades e independencia. No los sobreprotejas pues no queremos que se conviertan en “niños burbuja”. Permíteles tomar decisiones y resolver problemas.
- Evita comparaciones entre hermanos o con amigos. No olvides que todos son diferentes y nadie es mejor que nadie.
- Da importancia a sus emociones, sea cual sea el motivo. No valores si el motivo que le originó esa tristeza es “una tontería” o es un asunto muy importante. Simplemente valida su tristeza y acompáñalo.
- Sé concreto a la hora de establecer límites y dar halagos. Es importante que el niño sepa que es lo que está bien y lo que está mal para poder hacerlo.
- Dale su propio espacio para que haga cosas por sí mismo o pueda tomar decisiones. Es decir, dale la oportunidad de aprender haciendo las cosas aunque se equivoque. Es importante que aprenda a valerse por sí mismo.
- Enséñale nuevas actividades, simples o complejas, lo importante es aprender a enfrentarse a situaciones nuevas y adquirir nuevas habilidades.
- Valora el esfuerzo y no los resultados. Es importante reforzar su conducta y decirles que es correcta o que te sientes orgulloso aunque, en alguna ocasión, el resultado no sea el deseado.
- Permite que aprenda de ti. Los niños aprenden desde muy pequeños observando a otras personas por imitación. Por eso te proponemos que seas su modelo. Un modelo positivo para que aprenda de tu manera de hacer las cosas y de tu forma de ser. De poco servirá si le decimos a nuestros hijos que hagan algo o les reforcemos por hacer ciertas actividades si luego ven que nosotros hacemos lo contrario. Recuerda que ellos aprenden de ti y por eso es importante que tú también cuides de tu autoestima.
Yésica Seijo
Psicóloga
Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar, en Valencia
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