Terapia de Pareja
Contenidos de esta página:
1. ¿Qué temas tratamos en terapia de pareja?
2. La forma de pensar cuando hay problemas de pareja
3. El tratamiento de problemas sexuales
4. ¿Qué hago si mi pareja no quiere acudir a consulta?
5. ¿Tenemos que ir siempre los dos juntos a la terapia de pareja?
6. ¿Qué podemos esperar si vamos a terapia de pareja en esta consulta de Valencia?
7. Motivos por los que una pareja rompe
8. Divorcio: Cómo contarlo a los hijos
1. ¿Qué temas tratamos en terapia de pareja en Valencia?
En consulta tenemos una extensa experiencia en el tratamiento de problemas vinculados con la pareja. Entre ellos, los más frecuentes que hemos visto durante los últimos años son:
- La rutina o monotonía ha logrado que uno no se sienta feliz.
- Celos exagerados o celos patológicos.
- Problemas de convivencia en pareja.
- Discusiones con la pareja por falta de control de la ira, irritación, o carencias en la gestión emocional.
- Mala comunicación en la pareja.
- Asesoramiento en el proceso de separación o divorcio: cómo llevar mejor el divorcio.
- Asesoramiento con respecto a la educación de los hijos
2. La forma de pensar cuando hay problemas de pareja
Las personas no percibimos lo que nos rodea tal y como es en realidad. Nuestro cerebro toma la realidad a través de nuestros sentidos, y luego la transforma usando para ello los propios pensamientos, creencias y valores. Por lo tanto, nuestra visión de la realidad es una elaboración personal de la realidad misma. Este filtro de cada mente genera una percepción subjetiva, que produce lo que en psicología se denominamos «distorsiones cognitivas».
El filtro automático tiene una importante labor a la hora de ahorrar energía al cerebro. La clasificación automática evita tener que hacer un procesamiento profundo de la realidad. El procesamiento mental de este tipo ahorra energía obteniendo información de recuerdos, de experiencias pasadas, y de rastros emocionales antiguos. Con el fin de ganar rapidez, se procesa mentalmente solo una pequeña parte del entorno que te rodea, y el resto se construye o completa con una creación interna personal.
El filtro también sirve para protegerte generando la sospecha de peligro cuando la situación por la que estás pasando se relaciona con alguna otra situación similar de tu vida en la que lo has pasado mal. De este modo, la mente trata de hiper-protegerte adelantando que algo va mal en muchísimas más situaciones que aquellas en las que hay un peligro real. Esta hiper-protección de la mente se genera tanto ante peligros físicos como ante amenazas psicológicas.
Por ejemplo, si te atracan en una calle de tu ciudad, tu mente se va a sobre-activar y sobre-preocupar cada vez que camine por esa calle, o cualquiera cercana. Si tienes un accidente de coche, tu mente va a funcionar diferente cada vez que vuelvas a ir en coche. Tu mente aprende de la experiencia para generarte un nivel de alerta y peligro muy superior al que objetivamente otra persona va a procesar en esa misma situación.
Si en una presentación en clase que no llevabas muy bien preparada te quedas en blanco, y los compañeros de clase se ríen de ti, tu mente va a incrementar la percepción de peligro en las siguientes veces que tengas que hablar en público. Con ello se genera una idea distorsionada del peligro real, fruto de tu experiencia.
El filtro mental que genera las distorsiones cognitivas ahorra energía y te protege de situaciones de peligro, exagerando la posibilidad de sufrir un daño, pero te lleva muchas veces a cometer errores de pensamiento.
Cuando hay problemas de pareja, al igual que cuando empiezas a tener conflictos con cualquier otra persona de tu entorno, se magnifican diferentes distorsiones en el pensamiento. Tus pensamientos son el origen o las raíces de tus emociones. Con lo cual, si tienes una determinada emoción, lo más probable es que justo antes hayas procesado mentalmente un pensamiento específico que te ha conducido a ella. Conocerlo te ayudará a saber el porqué de tu emoción.
Cambiar tu pensamiento te ayudará a cambiar tu emoción
A partir de ser consciente de tus distorsiones cognitivas puedes detenerte a analizar tus pensamientos y las emociones que han generado. Sustituir los primeros por otros más lógicos y racionales te llevará a experimentar emociones más sanas, y a mejorar una relación cordial con esa persona.
Aquí vamos a explicarte las 5 distorsiones cognitivas más importantes:
- El pensamiento telepático
- El filtro mental
- El totalitarismo
- Los deberías
- El catastrofismo
Veámoslos uno a uno:
1. El pensamiento telepático
Es un tipo de distorsión cognitiva o de error en el pensamiento. Es el causante de muchos problemas de pareja. Consiste en inferir (o creer poder adivinar) pensamientos, intenciones y sentimientos en otra persona, sin una base sólida que lo apoye. O esperar que esa persona adivine nuestros deseos más concretos sin explicarle lo que pensamos, motivado por ejemplo porque «con lo que me conoce tendría que saberlo»
Esta distorsión se da en dos direcciones:
- Leer la mente de los demás: Actuar en función de lo que creemos que los demás piensan, quieren o desean.
- Que los demás sean capaces de leer nuestra mente: Esperar de los demás que lean nuestra mente y que actúen en consecuencia.
a. Leer la mente de los demás:
Esto provoca que extraigas conclusiones negativas sobre el pensamiento de los demás. Muchas veces se llevan conductas basadas en estas inferencias del pensamiento del otro, lo que es un error, porque realmente lo que ha pasado, es que te has inventado lo que la otra persona piensa, quiere o desea, y has actuado conforme a una invención.
El ser humano no puede leer el pensamiento de otra persona, por lo que una parte de las veces que creemos saber lo que otra persona piensa, puede que nos equivoquemos. Y esto causa problemas, a nivel personal, de pareja, amistades o familiares.
Un error típico en la lectura del pensamiento es cuando afirmados que «esto lo ha hecho por X motivo«. Cuando una persona genera esta distorsión del pensamiento genera a la vez una convicción de realidad. Una certeza de que lo que uno mismo piensa está en lo correcto.
- «Me he cruzado con tu amiga Concha en el coche. La he saludado pero no me ha devuelto el saludo. A saber lo que le has contado de nosotros para que ni me salude».
En esta situación puede que Concha no le haya visto, y sin embargo esa persona saca unas inferencias del motivo por el que no le ha saludado. «Adivina» que es porque Concha piensa algo negativo de esa persona en función de lo que su pareja le ha contado.
Otra opción sería:
- «Llegas tarde porque sabes que odio que llegues tarde, lo has hecho por fastidiar», o «No has llevado mi CV a tu jefe porque piensas que no soy suficientemente bueno».
Dentro de este apartado de «leer la mente» es frecuente encontrarnos con situaciones en las que uno justifica los motivos que le llevaron al otro a hacer algo. Con ello transmites que tienes más conocimiento de lo que motiva el comportamiento del otro, que la otra persona. Es como si supieses más de la otra persona que ella misma.
- «Aunque tú digas que no es cierto, yo sé que llegas tarde a casa después del trabajo porque no te gusta estar conmigo»
- «Aunque tú digas que no es cierto, sé que dejas tu ropa por todos lados para fastidiarme»
Esta misma distorsión cognitiva se ve también en los pensamientos de celos:
- «Aunque tú digas que no es cierto, sé que te sientes atraída por tu profesor de yoga»
b. Que los demás sean capaces de leer nuestra mente:
También en el otro extremo, al revés, también se da esta situación. Me refiero, por supuesto, a pensar que los demás tienen que leer nuestra mente, saber exactamente lo que queremos y deseamos, y actuar en consecuencia. En este punto estarían ejemplos como los siguientes:
- «No me ha parecido bien que no me hayas invitado a acompañarte en ese viaje. Aunque no te lo haya dicho, realmente me apetecía ir. Sabes que me gusta viajar y que quedarme en casa me iba a resultar muy desagradable»
- «Me ha parecido insultante que hayas llamado a tus padres, y luego a tus amigos, para decirles que íbamos a ser padres. Tendrías que haber sabido que el orden antes de decírselo a tus amigos es que yo llamara a mis padres. Al fin y al cabo fue lo que hablamos en la conversación de anoche: Primero se lo diremos a la familia y luego a los amigos. Quedamos en eso».
- «No entiendo por qué llevas esos vaqueros rotos a casa de mis padres. Tendrías que haber sabido que ellos detestan ese tipo de ropa»
¿Eres capaz de ver cuál es la razón de que esta situación anterior sea un ejemplo de pensamiento telepático?
2. El filtro mental negativo
Cuando surgen problemas en la pareja el pensamiento empieza a tener una tendencia de generar lo que en psicología llamamos el «filtro mental». Este filtro implica que hay unos pensamientos que fluyen con más facilidad por la mente de cada uno de los miembros, y otros que se dificultan. Los que fluyen con más facilidad son aquellos cuyo contenido tiene que ver con lo que el otro hace mal. Los pensamientos que la mente dificulta son aquellos que tienen que ver con las cosas positivas o agradables que hace la otra parte de la pareja. De ese modo, al cabo de varios días, o varias semanas, una de las partes de la pareja empieza a crear una visión negativa de la otra parte, respaldada por hechos en los que uno mismo se ha fijado del otro. De esa forma se va creando una imagen especialmente negativa del otro, que conduce a tener emociones negativas en su presencia.
Cuando a Lourdes le pedimos que describiese las cosas positivas de su pareja, apenas mencionó un par de elementos: «Es buen padre. Es buen conversador». En consulta dejamos tiempo para que Lourdes pensase algunos elementos más. Poner atención consciente en los aspectos positivos de la pareja le condujo a destacar más de 20 factores positivos más de su pareja. Lourdes afirmaba que en su día a día estos otros 18 factores restantes pasaban casi desapercibidos a su conciencia, pero que efectivamente estaban ahí. Tras explicarle a Lourdes en qué consistía el filtro mental negativo, en la siguiente sesión fue capaz, con facilidad, de destacarnos otros 20 elementos positivos de su pareja.
Cuando a Roberto le preguntamos por cómo habían sido las últimas vacaciones con su pareja, Roberto las recordaba como «10 días viendo las caras largas de Lourdes, que como siempre estaba de mal humor«. En consulta le pedimos que fuese analizando día a día lo que había sucedido. Resultó que su pareja tan solo había estado uno de los días muy molesta, y el resto de los días habían ido bastante bien. Además, recordó que el malestar de su pareja había provenido de un problema con las malas vistas de su habitación, y que por lo tanto no tenía nada que ver con Roberto». A pesar de eso, el filtro mental de Roberto le había llevado a conservar solo el recuerdo negativo de esas vacaciones.
3. El totalitarismo
El totalitarismo es uno de los errores de pensamiento más frecuentes, que habitualmente suele evidenciarse con pensamientos o expresiones que contienen las palabras «siempre», «todo» o «nunca», «nada», «ninguno». De este modo este filtro mental nos lleva a tener una sensación que se suele alejar de la realidad, porque en la realidad las situaciones totalitarias no son frecuentes.
Juan, de 32 años, nos decía: «Nada de lo que hago le gusta a mi pareja», «siempre me está criticando», «nunca tiene en cuenta mi criterio con respecto a la educación de nuestros hijos», y «ha conseguido que todos nuestros amigos se pongan en mi contra». «No tiene ningún gesto de cariño conmigo desde hace años»
El problema del filtro mental del totalitarismo es que cuando se emplea en las comunicaciones con la pareja tiene la facilidad de provocar irritación inmediata en la otra parte. Esta ira viene motivada porque el pensamiento de la otra parte enseguida se opone al totalitarismo encontrando ejemplos que van en contra del mismo, y empleando estos ejemplos para contradecir a la pareja.
– Es que nos hemos convertido en una pareja aburrida por tu culpa. Nunca quieres hacer nada los fines de semana. Estoy harto de quedarme siempre en casa.
– ¡Eso no es cierto! El fin de semana pasado te dije de ir a ver una exposición de pintura que había en el centro y preferiste quedarte viendo la tele. Para ti el fútbol siempre es lo primero.
– ¡No me digas eso! Veo la tele porque no me haces caso nunca. Si no estuvieses siempre de charla con tus amigas por whatsap al menos podríamos charlar cuando estamos los dos en casa.
4. Los deberías
Este error del pensamiento se produce cuando uno le otorga a otro una obligación basada en su propio puntos de vista, como si su punto de vista fuese una verdad universal y el otro tuviese que obrar en función de esa verdad universal. Cuando la otra parte no cumple con esta supuesta obligación, el otro se frustra y genera irritación.
Ejemplos de esta distorsión del pensamiento podrían ser:
- No deberías haberme dejado sola en la fiesta. Si de verdad te importase no lo harías.
- No deberías haber invitado a tu madre a tu cumpleaños. Sabes que no la soporto.
- Deberías haberme felicitado por mi santo.
- Deberías ser más atrevida en la cama.
Frente a los deberías, una forma alternativa de pensar sería «mi preferencia sería X, pero tú eres una persona diferente con tus propios valores, pensamientos y motivaciones«, «obligarte a atender en todo momento a mi preferencia significaría no tener una persona idéntica a mí a mi lado, sino un súbdito»
Veamos algún ejemplo más, y a continuación mira el vídeo que hay más abajo:
- “Como yo me desvivo por ayudar a mi pareja, debería comportarse conmigo de la misma manera y preocuparse por mi bienestar”.
- «Como fui a cuidar a tu madre cuando estaba enferma el mes pasado, tendrías que haber ido tú ayer a reparar la caldera»
- «Yo busqué el vuelo y hotel para nuestras últimas vacaciones. Estuve 3 días enteros con ello para encontrar una buena oferta. Tendrías que haber mirado tú al menos algo de los sitios que íbamos a visitar»
5. El catastrofismo
Esta distorsión del pensamiento consiste en una tendencia a aumentar o magnificar lo perjudicial que puede ser una situación, haciendo que un problema generado por el otro sea tratado como si tuviese un nivel de verdadera catástrofe.
Le pedimos a Raúl y Ana que nos detallasen los motivos de las últimas grandes discusiones que habían tenido en casa. Después de haber realizado un listado entre los dos, les pedimos que ya con la mente en frío valorasen si encontraban una relación o equilibrio entre el nivel que había alcanzado la discusión y el motivo original de la discusión. Esta es la tabla que crearon
Motivo de la discusión en la pareja | ¿Hay equilibrio? |
– Raúl se dejó el vasito de plástico del detergente dentro del tambor de la lavadora. | No |
– Ana le levantó un castigo a su hijo, que había sido impuesto por Raúl | Sí |
– Ana invitó a unos amigos a casa el fin de semana que Raúl le había dicho que iba a pintar la verja del jardín | No |
– Raúl se negó a ir a una reunión de padres al colegio, cuando habían establecido que fuese él. | No |
– Ana tardó en arreglarse más de 2 horas para ir ambos juntos al centro comercial | No |
– Raúl se gastó un dinero excesivo en un teléfono móvil nuevo, que compró por capricho porque no lo necesitaba | No |
– Ana dejó a deber 50 € en el taller de un amigo de Raúl porque no llevaba suficiente efectivo encima | No |
Vemos tras analizar su tabla que sus discusiones tienden a gestionarse como si fuesen mucho más catastróficas de lo que realmente se perciben en frío. Ambos se dejan llevar por esta distorsión del pensamiento, que es muy frecuente.
3. El tratamiento de problemas sexuales
Merece un trato especial el éxito que tienen los problemas sexuales cuando acuden a terapia. Entre ellos, tenemos experiencia en el tratamiento de los siguientes trastornos. Pincha sobre el que consideras que puede estar afectando a tu pareja:
- Eyaculación precoz
- Vaginismo o dolor en el coito
- Falta de deseo sexual
- Impotencia
- Anorgasmia
- Adicción al sexo
4. ¿Qué hago si mi pareja no quiere acudir a la consulta de Valencia?
En un porcentaje amplio de las terapias de pareja que atendemos en consulta uno de los miembros de la pareja tiene más motivación para acudir a consulta que el otro miembro de la pareja.
En algunos casos, la falta de motivación hace incluso que uno de los miembros no quiera acudir a una primera cita.
Si se produce esto, nuestro consejo es que la persona que tiene más motivación acuda para recibir un asesoramiento vinculado con su relación de pareja.
Esta primera cita de uno de los dos suele ser muchas veces el motivante para que la otra parte acuda a consulta. En ocasiones lo hace para dar su punto de vista acerca de la relación. Otras veces, lo hace para dar información que pueda ayudar a la pareja a encontrarse mejor.
5. ¿Tenemos que ir siempre los dos juntos a la terapia de pareja?
A la primera cita sí es conveniente que vengáis los dos. Como comentábamos arriba, muchas veces uno de los dos no quiere iniciar la terapia desde el primer momento. Espera a que sea el otro el que acude a algunas consultas y le vaya dando información sobre cómo es el psicólogo y qué hacen en consulta. A partir de ahí, el segundo miembro de la pareja se suele motivar para empezar a venir a tratamiento también.
Si desde el primer momento acudís los dos miembros de la pareja a consulta, lo más frecuente es que el psicólogo que os atenderá en nuestro despacho de Valencia os plantee que acudáis a la siguiente sesión por separado. De este modo, ambos tendréis la posibilidad de hablar de temas que quizá os resulten más cómodos de tratar sin vuestra pareja delante. Además, el psicólogo os dará unas pautas específicas para cada uno de vosotros, que marcarán el inicio del cambio en vuestra relación.
En las siguientes sesiones va a ser habitual que haya sesiones a las que se os pida que acudáis juntos, y también otras a las que vendréis por separado.
Es importante que sepas que lo que tú digas en las sesiones en las que no esté tu pareja delante se mantendrá por parte del psicólogo como una información confidencial. Es importante que así sea para encontrar la máxima sinceridad por parte de los dos miembros de la pareja.
6. ¿Qué podemos esperar si vamos a terapia de pareja en esta consulta de Valencia?
Si tomáis la decisión de venir a nuestra consulta, podéis esperar varias cosas:
- Lo más importante: marcaréis un cambio de tendencia en vuestra relación. Si estáis pensando en acudir a terapia de pareja es porque lleváis ya bastante tiempo mal. No parece posible que la relación, por sí sola, vaya a mejorar. Acudir a terapia de pareja hará que rompáis ese estancamiento e inmovilidad.
- El psicólogo que os atienda es un profesional bien cualificado para tratar conflictos y problemas de parejas. Eso significa que el psicólogo no se posicionará por ninguno de los dos. Nuestra labor es ayudaros a estar mejor como pareja, daros pautas y enseñaros técnicas para que os comuniquéis mejor.
- La inmensa mayoría de las parejas que venían motivadas para seguir juntas, han conseguido resolver sus diferencias y hoy en día no sólo permanecen juntas sino que definen su relación actual como «muy buena«.
- Hay parejas que tenían muy claro que no querían continuar juntas. En estos casos consiguieron una ruptura tranquila, sin agresividad gratuita hacia el otro, sin rencor, sin culpa y con la tranquilidad de saber que habían tomado la decisión que tocaba tomar. En los casos en los que hay hijos en común debería ser una pauta para los padres el permitir recibir asesoramiento psicológico para un divorcio tranquilo que no afecte al desarrollo psicológico del menor.
7. Motivos por los que una pareja rompe
Desde nuestra experiencia en la consulta de psicología de Valencia hemos visto una serie de motivos que son los más frecuentes por los que un pareja rompe la relación.
Las cifras de separaciones y divorcios han venido incrementándose durante las últimas décadas. Cada pareja alega sus propias motivaciones que le llevan a tomar la decisión de separarse. Cuando se comparan todas esas razones, vemos que hay una confluencia general en 5 factores comunes.
Trabajar esos 5 factores desde el momento en el que se inicia la relación mejora la convivencia y previene la posibilidad de que la relación no se consolide. También hay que mencionar antes de pasar a citar los 5 factores, que la aparición de uno o varios de estos factores no tiene que hacernos pensar que la pareja puede tender a desestabilizarse o romper por él. Hay parejas que conviven felices toda la vida, incluso con la presencia de varios de estos factores. Eso se suele deber a que en todas las parejas hay factores compensatorios que hacen que se suplan las carencias que generan estos elementos potencialmente generadores de crisis.
Esos 5 factores principales por los que una pareja rompe son:
1-. Los niveles de actividad muy diferenciados.
Uno de los miembros de la pareja es una persona muy activa, enérgica, sociable. Disfruta de estar haciendo actividades frecuentes. Se sume en la desesperación si tiene que estar varios días sin salir de casa, sin socializarse o sin hacer actividades con otra gente. La otra parte de la pareja es todo lo contrario. Más bien casera, solitaria, amedrentada, tranquila, con falta de energía. Disfruta pasando la tarde sola leyendo un libro, o ordenando la casa.
2. Falta de habilidades de comunicación, falta de entendimiento.
Es, por excelencia, uno de los principales motivos por los que las parejas se separan. Por eso, una buena parte de las terapias de pareja que llevamos a cabo en nuestra consulta de psicología de Valencia se centran en realizar un entrenamiento en habilidades de comunicación. Aquí tocamos temas tan importantes como la habilidad de escucha, la empatía, la comunicación no verbal, la asertividad, cómo realizar críticas, cómo recibir críticas de la otra parte, y cómo apartar el ego para que no nos ponga a la defensiva continuamente y veamos todo como un ataque.
3-. Pensamientos de celos.
Las personas celosas tienden a querer controlar el comportamiento de su pareja. Analizan todo lo que hace. Se sienten desesperados cuando algo escapa a su control. Tienen con frecuencia pensamientos e imágenes de su pareja poniéndoles los cuernos. Se irritan cuando les falta información, o cuando una información que reciben no les parece muy creíble. Dudan continuamente de dónde ha estado o qué ha hecho su pareja. Discuten con ella por los planes libres que la pareja decide hacer. Con frecuencia suelen actuar de forma culpabilizadora, como retirando la palabra a la pareja, o con frases como «si me quisieses no irías ahí», o «a saber qué vas a buscar».
4. Comportamiento sexual descompensado entre los dos miembros de la pareja.
Cuando una de las partes tiene la libido mucho más alta que la otra suelen aparecer sensaciones de frustración en una de las partes, y a veces de ansiedad en la otra por no estar dándole a su pareja lo que necesita. O por considerar que su pareja es demasiado exigente a nivel sexual. La satisfacción sexual acostumbra a ser un apartado importante en todas las parejas. La insatisfacción suele venir dada sobre todo por la diferencia en la apetencia sexual. Esto es, en la frecuencia en la que uno y otro quieren tener sexo. Pero hay muchas rupturas que se han dado también por la negación de la otra parte a llevar a cabo determinadas prácticas sexuales (como por ejemplo el sexo oral), o participar de fetiches (por ejemplo el fetiche de dejar chupar los pies), o fantasías (como participar en tríos).
5. Optimismo y pesimismo.
Hay personas muy positivas que tienden a ver la vida con un pronóstico de que todo va a ir bien. Sonríen. Se definen como felices. Tienen la sensación de que el presente es alentador y el futuro esperanzador. Luego, hay otras personas que son todo lo contrario. Personas que temen al futuro porque creen que puede traer múltiples desgracias. No valoran ni agradecen lo que tienen, porque piensan que no es tan bueno como algo que podrían llegar a tener. Pero saben que ese algo no lo van a alcanzar. Por eso se desesperanzan, y se sumen en una sensación de tristeza casi continua. Cuando las dos partes se juntan: lo positivo y lo negativo, podríamos pensar que se atraen (por aquel refrán que dice que los polos opuestos se atraen), sin embargo, lo que suele generar a medio y largo plazo es una sensación cada vez mayor del compañero. Una tensión presente en muchas conversaciones. Una sensación de falta de empatía y comprensión de la otra parte. Todo ello junto tiende a llevar a la pareja a la separación.
8. Divorcio: Cómo contarlo a los hijos
Muchas parejas acuden a terapia después de haber tomado la decisión de divorciarse. El proceso de separación implica habitualmente un impacto emocional para ambos miembros de la pareja. Es un proceso que implica una gran cantidad de cambios en la vida, por lo que un apoyo psicológico resulta muchas veces de gran utilidad. Fundamentalmente cuando la pareja tiene hijos. En estos casos surgen muchas dudas y preguntas para las cuales nuestro equipo de psicólogos puede ofreceros pautas y recomendaciones. Las dudas más frecuentes que hemos atendido son:
- Cómo comunicar el divorcio a los hijos/as
- Cómo reaccionan los niños/as ante esta comunicación del divorcio.
- Qué consecuencias podría tener para los hijos/as el proceso de divorcio
- Qué diferencias hay por edades de los hijos/as
Si buscas psicólogos expertos en terapia de pareja en Valencia, o te podemos ayudar a llevar mejor un proceso de divorcio, no dudes en contactarnos.