Terapia analítica funcional: que es, características y objetivos de la terapia
¿Has oído hablar de la Terapia Analítico Funcional (TAF)? Este es un enfoque terapéutico desarrollado en los años 80 por Robert Kohlenberg y Mavis Tsai. Se enmarca en el contexto de las terapias conductuales de tercera generación.
La terapia analítica funcional, o TAF, es un tipo de terapia que sostiene que el lenguaje y el pensamiento tienen un impacto fundamental en el comportamiento. A diferencia de las terapias tradicionales de conducta, que se enfocan en el cambio de comportamientos observables mediante técnicas de refuerzo, la TAF se centra en la relación terapéutica y en cómo los problemas de conducta y las dificultades emocionales del cliente se manifiestan dentro de la propia interacción con el terapeuta.
Según TAF, los patrones de interacción que surgen entre el cliente y el terapeuta reflejan los problemas de relación que el cliente tiene en su vida diaria. A través de esta «analítica funcional», el terapeuta identifica y aborda los conductas clínicamente relevantes (CCR) que se presentan en la terapia, clasificándolos en tres tipos
- CCR1: Son los comportamientos problemáticos o aquellos patrones de conducta que causan sufrimiento o limitaciones en la vida del cliente. Por ejemplo, en un estado de ánimo ansioso, la persona puede que hable muy rápido o de manera desordenada, que mueva mucho el cuerpo, evitación de hablar de temas, pensamiento catastrófico…
- CCR2: Comportamientos de mejora o alternativos que el cliente debería adoptar para reemplazar los comportamientos problemáticos. La terapia utiliza el refuerzo positivo en el contexto de la relación para consolidar los comportamientos CRB2 (conductas adaptativas). El terapeuta refuerza estos comportamientos de manera directa y contextualizada, brindando feedback inmediato y honesto para promover el cambio. Siguiendo con el ejemplo anterior, algunas conductas podrían ser: tolerar más el silencio, reflexionar sobre sus pensamientos, autorregulación física, mayor autocompasión…
- CCR3: Se refiere a los comportamientos en los que el cliente reflexiona sobre su propio comportamiento y muestra que es consciente sobre los cambios deseados. Ejemplos de CCR3 podrían ser:
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- Me he dado cuenta de que si algún día no termino todas las tareas que quería hacer durante el día, no pasa nada, puedo organizarme para hacerlas el siguiente día.
- Si en una discusión me pongo a gritar, estoy viendo que no consigo nada.
- Me he fijado que, a veces, no estoy a gusto con ciertas personas solo porque piensan distinto a mi.
Los objetivos propuestos por TAF van orientados a mejorar la calidad de vida del cliente mediante cambios conductuales reales y duraderos. Esto se consigue a través de la identificación y modificación de conductas problemáticas, el desarrollo y fortalecimiento de la autoconciencia, la promoción o reforzamiento natural e inmediato de cambios significativos y generalizables y el desarrollo de patrones de conducta alternativos.
Ángel Domínguez Anglada psicólogo colaborador del equipo de Calma Al Mar y la Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS.
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