Que no te hagan perder el tiempo
Uno de los errores más importantes que tenemos las personas es que no queremos ser conscientes de lo que nos hace realmente perder el tiempo, y por lo tanto no obramos en consecuencia alejándonos de ello.
Muchas de las personas que vienen a mi consulta tienen situaciones de inmovilidad y estancamiento fruto de no decidir separarse definitivamente de algo o alguien que les hace perder su tiempo.
Mi tarea como psicólogo se centra en hacerles ver este estancamiento, y en ayudarles a dar los pasos para que suelten aquello que les aprisiona en el pasado, o que no les deja evolucionar.
Si tienes algo que no te llena, o que incluso te consume, pasar más tiempo a su lado hará que cada día te encuentres más mal. Y lo que es peor, que el espacio que te ocupa no pueda ser cubierto por algo o alguien que verdaderamente te llene.
Esta renuncia a tu propia felicidad viene dada en algunas ocasiones por el miedo a la soledad. En otras, por la idea que muchos tienen de que no son merecedores de tener más de lo que tienen. Es un pensamiento muy vinculado con la autoestima, y que te hace conformarte con menos de lo que podrías obtener.
La renuncia al propio placer se mama desde la infancia, en donde te enseñan que “mirar por ti es un comportamiento egoísta”, y que lo que tienes que hacer es centrarte en que los que están a tu alrededor estén bien.
Cuando maduras psicológicamente te das cuenta de que la palabra “egoísmo” no tiene connotaciones tan negativas como te han enseñado en tu infancia, y aprendes lo placentero que puede llegar a ser mirar un poco más por ti. Cuidarte.
La dificultad suele venir a la hora de que mantengas estos objetivos presentes. Muchas personas han conseguido deshacerse temporalmente de aquello que les hacía perder el tiempo. Sin embargo, ante una nueva aproximación de eso, vuelven a caer en sus redes para que todo vuelva a ser como siempre.
La habilidad de desprenderse de esas redes y de no caer de nuevo en situaciones pasadas es considerada como un factor que incide directamente en el bienestar y la felicidad de las personas. Para adquirir esta habilidad, basta que recuerdes la siguiente frase:
“Si algo te hacía perder el tiempo, y eso no muestra pruebas claras de haber cambiado, cuando vuelva a aproximarse a ti, te va a hacer perder el tiempo de nuevo”
Psicólogo con consulta clínica privada y profesor de Psicología Clínica en el Instituto Europeo de Formación de Formadores. Director del Máster de Psicología Clínica de la AEPCCC en Valencia. Responsable del consultorio psicológico del periódico Las Provincias. Asesor de psicólogos sanitarios para la Agencia de Publicidad AMA.
E-mail: Fernando@cop.es
Twitter: @Psicoteca
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