La Psicolingüística
El lenguaje es el vestido del pensamiento. Samuel Johnson
El lenguaje es parte indispensable de la cultura. Sin él, la ciencia, la jurisprudencia, el comercio y otros avances humanos no se habrían producido. Su función es la de la comunicación, la interacción social, la expresión de las emociones y los sentimientos. Nos permite analizar el mundo, razonar, resolver problemas y planificar acciones. Evocar recuerdos y formular expectativas de futuro, además de expresar nuestra identidad con él. Nos permite que podamos representar mentalmente el mundo sin que esté el objeto delante. También somos capaces de jugar con él y manipularlo para divertirnos, con fines humorísticos.
¿Qué podemos decir de la psicolingüística?
La psicolingüística estudia y trata de descubrir los procesos psicológicos por los que las personas adquirimos y usamos el lenguaje. La manera en que el cerebro comprende los mensajes orales y escritos, como lo producimos, lo adquirimos y lo perdemos. Sin olvidarnos de los trastornos del lenguaje que trata de investigar para subsanarlos o mejorar la vida de la persona que lo padezca.
Estaríamos incluyendo también el ámbito de la neurolingüística. Puesto que estudiamos en qué parte del cerebro sucede la magia del lenguaje, identificando las áreas particulares asociadas con las capacidades lingüísticas específicas. El objetivo final, es conocer como se produce el uso y la comprensión adecuada, y como lo aprenden los niños tan rápido.
Características del lenguaje humano:
Presenta una función expresiva, cognitiva y comunicativa. Transmitimos mensajes y con ello el conocimiento.
Las cinco o seis mil lenguas del mundo se organizan de la misma forma: en oraciones ilimitadas, miles de palabras y sonidos. Además, el lenguaje es arbitrario, puesto que podemos usar diferentes palabras para referirnos a lo mismo en las diferentes lenguas. Por ejemplo: “Caballo”, “Horse”, “Pferd”, “Hestur”, etc. Permite una creatividad infinita para expresar cualquier cosa y sirve para formar la cognición humana.
El lenguaje implícito, es el uso del lenguaje cuando el individuo no es consciente de que es un sistema de símbolos, arbitrario, etc. El explicito es cuando recibimos formación sobre el lenguaje (la lectura, gramática, escritura…). En el caso del lenguaje explicito podemos hablar de la metalingüística. Que es el hecho de analizar nuestro propio lenguaje y nuestra comprensión de como realizamos las funciones lingüísticas.
¿Y hablando de genética?
Podemos hablar del “Gen del habla”, el Gen FOX P-2. Se descubrió por casualidad al observar a una familia (la familia KE) que tenía problemas del lenguaje en el 50% de sus miembros. Los niños de la misma familia presentaban los mismos problemas del habla, y se remontaba a sus bisabuelos. El trastorno se manifestaba en bloque y no en grados diferentes, por lo que el defecto estaba en un único alelo.
Los miembros afectados eran incapaces de ejecutar, de forma coordinada, los movimientos de la lengua y los labios (dispraxia verbal). También presentaban dificultades gramaticales síntomas de dislexia.
Al realizar investigaciones genéticas aparecieron diferencias motoras evolutivas. La misma versión del gen estaba presente en los neandertales siendo modificado por selección natural. El gen aparece cuando la mandíbula evoluciona.
Este gen no es exclusivo del ser humano. Lo podemos encontrar en todos los vertebrados y en las mismas áreas cerebrales. Actualmente se está estudiando su evolución comparándolo con otros primates. En estos estudios se podría encontrar la base genética de las capacidades de la comunicación. Confirmando que la mutación del gen puede impulsar la evolución del lenguaje. Aunque aún se está estudiando, es una teoría muy aceptada.
“El lenguaje es una forma de la razón humana, que tiene su lógica interna de la que el hombre no sabe nada”. Claude Lévi-Strauss
Noelia Rodríguez. Psicóloga Jurídica y perito forense.
Colaboradora del Centro de Psicología: Psicología
Calma al Mar, en Valencia
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