¿Porqué es importante el contacto cero después de una ruptura?

Seguro que alguna vez te han aconsejado o incluso tú mismo lo has aconsejado a otros el alejarse (a todos los niveles posibles) de la ex pareja tras una ruptura. Aquí te voy a explicar por qué es importante el contacto cero, su funcionalidad y por que, muchas veces, es tan duro y difícil llevarlo a cabo. 

Cuando terminas una relación, sentimos un dolor emocional tan intenso que se asemeja al síndrome de abstinencia en personas que enfrentan una adicción. En estos momentos, el concepto de «contacto cero» se convierte en una herramienta clave para la recuperación emocional. Este enfoque, respaldado por la neurociencia y estudios psicológicos, no solo ayuda a superar la ruptura, sino que también permite reconstruir la autoestima y el bienestar personal.

Al igual que la adicción a una droga, una relación romántica activa el sistema de recompensa dopaminérgico. Este sistema, que nos motiva a buscar experiencias placenteras, también está involucrado en la dependencia emocional hacia una pareja. Cuando una persona está enganchada a una droga y no la puede conseguir se produce un deseo irrefrenable e irresistible por esa sustancia. A esta sensación la llamamos “craving”. Estudios en neurociencia han demostrado que, tras una ruptura, el cerebro experimenta una sobrecarga de estrés y ansia similares a las que ocurren durante la abstinencia de sustancias adictivas.

Por eso mismo, una vez finaliza una relación de pareja, es difícil o muy difícil no realizar las siguientes conductas: 

  • Hablar de él o ella con tus amigos o familiares, convirtiéndolo en un monotema
  • Quedar con él/ella de manera esporádica
  • Revisar fotos o conversaciones antiguas
  • No sacarlo de tus redes sociales y seguir interactuando por ahí (likes en fotos, algún comentario en su contenido…)

Estoy seguro de que todas estas conductas te pueden ser familiares, ya sea por experiencia propia o de terceras personas. Estas conductas nos alejan del contacto de cero y hacen que el proceso sea más largo, difícil y duro. Al final funcionan como “pequeñas recompensas dopaminérgicas” y nos hacen seguir “enganchados”.

El contacto cero funciona como una estrategia para interrumpir el ciclo de dependencia emocional. Al eliminar cualquier interacción con la expareja (ya sea en persona, a través de redes sociales o mensajes), se permite que el cerebro desactive progresivamente los circuitos de recompensa asociados a la relación. Este proceso, aunque doloroso al principio, facilita una recuperación más rápida y sostenible.

Ángel Domínguez Anglada, psicólogo/a colaborador del equipo de Calma Al Mar y la Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS

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