¿Por qué el tabaco es tan adictivo?
El tabaco es un producto originario de América que se elabora a partir de una planta de la familia de las Solanáceas, la Nicotina Tabacum. Su humo contiene hasta 4.000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas para el organismo, como la nicotina, el monóxido de carbono, los alquitranes o el amoníaco.
La nicotina es uno de los principales componentes nocivos del tabaco, y es la sustancia responsable de sus efectos psicoactivos y de su adicción. Ésta actúa en el organismo como un estimulante del sistema nervioso central: incrementa la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el ritmo respiratorio, y disminuye la sensación de hambre. Después de su inhalación tarda unos diez segundos en llegar al cerebro. También cabría destacar el monóxido de carbono, el cual disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a los diferentes tejidos. Por último, mencionar que el alquitrán es uno de los principales responsable de diferentes formas de cáncer atribuibles al tabaquismo: de pulmón, boca, faringe, esófago, etc. De hecho, en 2008, la Organización Mundial de la Salud definió el tabaco como “la principal causa en el mundo de muerte evitable”. Desde la década de 1990, se han promovido legislaciones en países desarrollados e iniciativas internacionales para frenar su consumo. Por ejemplo, la Ley 28/2005 de “Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo” prohíbe la publicidad y el patrocinio de los productos del tabaco para proteger a la población de este tipo de manipulación.
Uno de los principales factores que explican la dificultad de los fumadores para dejar de fumar es la aparición del síndrome de abstinencia, el cual aparece horas después de interrumpir el consumo de nicotina. Éste síndrome incluye dolor de cabeza, dificultad de concentración, dificultades para conciliar el sueño; y de un malestar emocional, como estados depresivos leves e irritabilidad. Por lo tanto, la dependencia al tabaco es tanto física como psíquica, provocando que muchas personas fumadoras fracasen en su intento de dejar de fumar.
Los factores sociales están ligados a aspectos económicos, culturales, políticos, etc., y son, por ejemplo: el fácil acceso al tabaco, con numerosos puntos de venta; la influencia de los líderes sociales, ídolos musicales y personas de relevancia que consumen tabaco; la permisividad social, ya que el tabaco se acepta como algo inherente a nuestro estilo de vida; un ambiente familiar de fumadores; presión de amigos y compañeros fumadores que invitan a fumar, hecho que puede percibirse como una condición para ser aceptados en el grupo.
En cambio, los factores personales varían, no son los mismos en la fase de inicio (cuando se comienza a fumar), que en la fase de afianzamiento (cuando se han tenido varios contactos con el tabaco) o en la fase de mantenimiento (tras un consumo habitual de tabaco):
- En la fase de inicio se buscan nuevas sensaciones, se trata de saciar la curiosidad, de imitar.
- En la fase de afianzamiento se continúa el consumo porque facilita las relaciones sociales, por la reafirmación de la madurez, motivos estéticos, entre otros.
- Por último, en la fase de mantenimiento se mantiene el consumo sobre todo por los efectos farmacológicos, que producen tolerancia y dependencia.
Estos son los principales factores (biológicos,personales y sociales) que explican por qué el tabaco es tan adictivo y las dificultades asociadas con el mantenimiento de la abstinencia.
Psicóloga
Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar
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El síndrome de abstinencia es terrible, mucho más de lo que se dice, sobre todo si has fumado durante más de 20 años un paquete diario, y «no se va» en unos meses como se dice por ahí. Es una batalla permanente, me imagino que algo parecido al alcoholismo.