Las primeras semanas y meses del bebé son muy caóticas; los padres han de adaptarse a una nueva vida y a una gran responsabilidad, que es el cuidado de su hijo o hija. Especialmente duras se hacen las noches ya que el bebé tendrá muchos despertares totalmente naturales, propiciados por su cerebro para alimentarse y para asegurarse de que están acompañados. Esto no es más que su instinto de supervivencia. El bebé humano nace completamente vulnerable al medio, lo que hace que su cerebro se encuentre continuamente en alerta cuando no se siente acompañado. Por las noches este instinto es igual de potente que durante el día. ¿Por qué durante el día le atendemos y por la noche nos empeñamos en que duerman solos, o sin nuestro acompañamiento? Sabemos que el sueño es madurativo y que contempla una serie de fases que los bebés irán desarrollando poco a poco. El colecho y darle la seguridad que necesita tu bebé durante el día y la noche le ayudará a conciliar y mantener el sueño, dentro de la etapa madurativa en que se encuentre. En nuestro centro de psicología te asesoramos para que las noches se lleven a cabo de la mejor forma posible siempre respetando las necesidades del bebé y de los papás.