Conflictos entre hermanos en Valencia

Los conflictos entre hermanos son situaciones que se dan dentro de la vida familiar de forma relativamente normal. Las confrontaciones se presentan desde los primeros años de edad y durante la adolescencia con mayor intensidad, sobre todo cuando la diferencia entre hermanos es muy pequeña.

¿Por qué se pelean los hermanos?

Las causas son muy variadas, desde la personalidad de cada uno de ellos, la edad e incluso la forma en la que los padres paran y median en las peleas.

Cuando los niños son pequeños, de forma innata buscan tener el máximo cariño de sus padres, y por tanto, entre ellos, se disputan su atención. Los niños son egocéntricos, y cuando tienen hermanos se dan las disputas por el espacio personal, los objetos personales de cada uno y, cómo ya hemos dicho, el cariño de los padres.

Los niños son egocéntricos, quieren ser el centro de interés de las personas y tener posesión de todo, entonces cuando tienen un hermano inevitablemente se presentan las disputas por los espacios, los objetos personales y la atención de los padres.

 

 

¿Qué enseñamos a los padres en consulta para solventar esta problemática?

Cómo ya hemos dicho, las disputas entre hermanos son habituales para los padres en general, pero no hemos de dejar que esto se cronifique y se convierta en una forma habitual de relación entre ellos. De esta forma, se recomienda tener en cuenta ciertas pautas para evitar estas situaciones que pueden provocar conflictos más graves, sobretodo en adolescentes.

  • Debemos de tratar a todos los niños y adolescentes bajo las mismas normas, siendo justos e igualitarios con todos.
  • Debemos explicarles las consecuencias que derivarán de sus peleas. Hemos de hacerles saber lo que pasará, si incumplen las normas establecidas, para que, si pasa, sea una consecuencia y no un castigo imprevisto.
  • No se debe tomar partido hacia ninguna de las partes. No es cuestión de encontrar al culpable, sino de llamar la atención a los implicados, es decir, a todos ellos, por su participación en un acto negativo.
  • Evitar bajo cualquier concepto, el castigo físico, que refuerza la idea de que la violencia es la solución, y los niños adquieren los patrones de afrontamiento y respuesta de sus padres.
  • Esperar a la calma para hablar el tema, con cada uno de los participantes en la pelea.
  • Pasar tiempo a solas con cada uno de los niños y adolescentes, para ajustarnos a sus necesidades individuales.
  • Evitar bajo cualquier concepto las comparaciones entre hermanos, hemos de elogiar las virtudes de cada uno, y ayudar a mejorar los rasgos a mejorar de cada uno de nuestros hijos.

En caso de que las peleas sean intensas y recurrentes, y alteren la función y el desarrollo del hogar, se aconseja acudir a un profesional de la psicología cuanto antes. De esta forma aprenderás a poner en práctica éstas y otras muchas habilidades para arreglar la situación.