Neuroplasticidad: una capacidad increíble de tu cerebro
La neuroplasticidad o plasticidad cerebral es la capacidad que tiene tu cerebro de reorganizarse y modificar su estructura y funcionamiento a lo largo del tiempo. Esta habilidad hace que tu cerebro sea flexible y pueda adaptarse a los cambios impuestos por tu entorno y tu contexto, o dicho de otra forma, es la capacidad de tu cerebro de reorganizarse y crear nuevas conexiones neuronales a consecuencia de experiencias, aprendizajes y/o lesiones.
Existen dos tipos:
- Por un lado, la neuroplasticidad funcional, que ocurre cuando algunas áreas de tu cerebro asumen las funciones pertenecientes a otras zonas. Esto es muy útil cuando existen lesiones cerebrales y las áreas encargadas de funciones concretas resultan dañadas.
- Por otro lado, la neuroplasticidad estructural, donde existe una modificación física de las conexiones neuronales. Cuando adquieres experiencias al relacionarte con tu entorno o aprendes cosas nuevas, las conexiones entre neuronas se hacen más fuertes, por lo que mejora la comunicación interneuronal.
Y tal vez te preguntes… ¿Cómo funciona realmente la neuroplasticidad en nuestro cerebro?
Tus neuronas se comunican entre ellas a través de impulsos eléctricos y químicos, mediante un proceso llamado sinapsis. Cuando llevas a cabo una actividad concreta, las conexiones neuronales específicas que se activan se hacen más fuertes a medida que repites la actividad, facilitando la sinapsis entre las neuronas de esa ruta.
Ocurre lo mismo cuando pasa lo contrario, es decir, cuando unas conexiones concretas no se activan porque no se utilizan, estas se debilitan o incluso desaparecen.
Un ejemplo muy claro de neuroplasticidad es la capacidad que tienes de aprender durante toda la vida. Cada vez que adquieres un nuevo aprendizaje, tus redes neuronales cambian para integrar la nueva información junto con la que ya tenías. Asimismo, también es muy importante en funciones como la memoria.
Tu cerebro es mucho más flexible y maleable en la etapa de la infancia, cuando está en pleno desarrollo. Es durante los primeros años, cuando en él ocurre una creación masiva de conexiones neuronales, y alcanza su punto máximo a los 3 años de edad. A partir de este momento y aproximadamente hasta la etapa adolescente, comienza a disminuir a través de la “poda neuronal”, deshaciéndose de esas conexiones que no utiliza o que no resultan necesarias. Esto es algo así como “optimizar” la función cerebral, eliminando las sinapsis poco útiles y reforzando las que son más frecuentes y utilizadas.
Aunque como hemos visto tu cerebro es más plástico en la infancia, esta capacidad se mantiene a lo largo de todas las etapas vitales, por lo que nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo, mejorar tu función cognitiva o incluso recuperar capacidades dañadas a causa de lesiones cerebrales.
La buena noticia es que, además, puedes hacer cosas para fomentar tu plasticidad cerebral en la edad adulta. Mantener el cerebro activo y aprender cosas nuevas es la clave. Por ejemplo, puedes desarrollar destrezas como aprender a tocar un instrumento o estudiar un nuevo idioma.
Además, la literatura científica reciente apunta a que el ejercicio físico regular y actividades como la meditación o el yoga, promueven la generación de nuevas neuronas (neurogénesis).
Sara Martínez Zazo, psicóloga colaboradora de Calma Al Mar y la Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS
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