Los efectos de la exposición a la violencia de género
Cuando hablamos de violencia de género nos focalizamos en la violencia sufrida por la mujer, pero en aquellos contextos en los que existen hijos el estar expuestos a estas situaciones de violencia familiar también se verán afectados por la misma convirtiéndose en las victimas invisibles de la violencia de género. Se estima que en torno a un 60-70% de niños, niñas y adolescentes que viven en hogares violentos son víctimas de forma directa o indirecta de las situaciones de maltrato.
Uno de los principales problemas de este tipo de violencia es que se da en el seno familiar siendo invisible al resto de miembros de la sociedad, durante años madres e hijos viven en dicho contexto sin que se produzca ningún cambio. La familia posee una serie de características que la hacen más vulnerables a que se produzca algún tipo de violencia:
- La alta intensidad de la relación, determinada por la gran cantidad de tiempo compartido entre sus miembros, el alto grado de confianza entre ellos, el derecho a influir sobre los demás y el elevado conocimiento mutuo que se deriva de la convivencia diaria.
- La propia composición familiar, integrada por personas de diferente sexo y edad, lo que implica la asunción de diferentes roles a desempeñar, y que se traduce en unas marcadas diferencias de motivaciones, intereses y actividades entre sus miembros.
- El alto nivel de estrés al cual está expuesta la familia como grupo, debiendo hacer frente a distintos cambios a lo largo del ciclo vital y a exigencias de tipo económico, social, o laboral.
- El carácter privado que posee todo aquello que ocurre en el interior de una familia y que, tradicionalmente, la ha hecho situarse fuera del control social.
Las familias en donde se produce algún tipo de violencia se caracterizan porque suele establecerse algún tipo de jerarquía con funciones rígidas y resistentes al cambio y la violencia es una estrategia para mantener este tipo de estructura. Además este tipo de familias se caracterizan por el un elevado aislamiento al resto de la sociedad, lo que nos recuerda a la reciente noticia de la familia Turpin que tenían a sus 13 hijos encerrados y malnutridos, pero ninguno de sus vecinos ni familiares se habían dado cuenta de lo que ocurría en aquel hogar ya que sus hijos no podían salir de la casa y no permitían que se produjesen visitas por parte de familiares. Este es un claro ejemplo de cómo estas familias en las que se produce algún tipo de maltrato se encuentran claramente aisladas del contexto social, y en algunas ocasiones solo cuando se rompe de alguna forma dicho aislamiento es cuando se producen cambios en dicho contexto.
Son múltiples las consecuencias sobre los hijos expuestos a la violencia la violencia de género, a nivel psicológico las consecuencias estarían relacionadas con numerosos trastornos de conducta, ansiedad, miedos e incluso depresión además del empleo de la violencia como un método de solución de problemas. También pueden presentar baja autoestima, signos de trauma y estrés post-traumático. Lo que conllevara importantes dificultades en el desarrollo de habilidades sociales y el empleo de la violencia en sus relaciones interpersonales ya que han aprendido en su hogar que es una estrategia para solucionar conflictos. Es por ello muy importante que en aquellos casos de violencia de género además de la intervención con la mujer también debemos atender a los más pequeños.
Psicóloga
Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar
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