La importancia de estar con uno/a mismo/a
Autora: Andrea Mezquida (Psicóloga en Calma al Mar. Centro de Psicología)
Seguramente, muchas de las personas que conoces y con las que te relacionas (incluido tú mismo/a) no saben estar asolas y dedicarse tiempo de calidad a ellos/as mismos/as disfrutando del silencio, leyendo, dándose un baño con espuma o escuchando música inspiradora.
Algunos estudios realizados afirman que la mayor parte de la población tiene dificultades para estar a gusto consigo mismos/as sin necesidad de contar con factores externos que necesiten de su atención y que les hagan sentir un poco menos solo/as.
Cuando hablo de “estar consigo mismo/a” y del término “soledad”, no me estoy refiriendo a la simple soledad física, la soledad que todos podemos experimentar si nos quedamos a solas en casa o si un día no nos apetece hacer un plan. Me refiero al sentimiento de soledad en su esencia.
A lo largo de estos años ejerciendo como psicóloga en los que habré trabajado con más de 400 pacientes, he podido observar que un gran porcentaje de ellos/as tenía muchos problemas y miedos a dedicarse tiempo a ellos/as mismos/as.
Y esto, ¿Por qué nos ocurre?
En mi opinión y por lo que he podido ir observando a lo largo de estos años, el ser humano tiene pavor a encontrarse asolas sin estímulos externos por miedo a encontrar en su interior y en su mente, recuerdos, imágenes, heridas y traumas que son mucho más fáciles de obviar cuando se está con gente, en actividades lúdicas o realizando algún deporte, ya que en esos ámbitos resulta mucho más difícil centrarse en uno/a mismo/a y en nuestros pensamientos y miedos más profundos.
Hacer introspección y darse un vuelta por nuestro interior, no resulta tarea fácil para nadie, especialmente para aquellas personas que conviven con muchos traumas, sentimientos de culpa o pensamientos muy obsesivos de los cuales intentan huir (de manera errónea).
Quedarse a solas y no tener “nada que hacer” suele generar aburrimiento y malestar en aquellas personas que consideran que no hacer nada o contemplar su entorno y así mismos/as es una pérdida de tiempo.
Por ello, considero que trabajar la inteligencia emocional y la necesidad de estar a solas con nosotros/as mismos/as desde que somos pequeños, resulta algo fundamental para poder educar adultos sanos el día de mañana.
Aprender a gestionar nuestras propias emociones y, sobre todo, aprender a enfrentarnos a nuestros pensamientos y, en consecuencia, a nuestras emociones, va a provocar que ante situaciones conflictivas con otras personas, en el trabajo, en un evento, sepamos mantener la calma y gestionar la situación de manera madura sin que nos desborde una cantidad de emociones intensas que, lo único que van a provocar, es que salgamos dañados/as de esa situación y totalmente afectados/as.
¿Cuáles son los beneficios de estar conmigo mismo/a?
Algunos de los beneficios más importantes que podemos obtener al pasar tiempo con nosotros/as mismos/as podrían ser los siguientes:
- Cuídate: El hecho de dedicarte tiempo a ti mismo/a va a provocar que comiences a hacerte más caso, a mimarte y cuidarte más de lo que hacías hasta ahora por falta de tiempo o de ganas. Aprovecha que has decidido invertir tiempo en ti para mejorar aquellos aspectos de ti que no te gustan, tanto físicos como internos y para concederte caprichos que te hagan sentir un poco mejor y mantengan en ti un buen estado de ánimo. ¡Te lo mereces!
- Realiza ejercicios de introspección: Aprovecha los ratos que puedes estar a solas para mirar dentro de ti y verte cara a cara con aquellos pensamientos que suelen atormentarte, con aquellas emociones que te acompañan diariamente y que evitas hacerles caso y pregúntate por qué están ahí, cuál es su finalidad, qué pretenden enseñarte y aceptalas sin juzgarlas, simplemente observalas y si te hacen daño, intenta encontrar la manera de cambiarlas y mejorar tu manera de vivir.
- Invierte ese tiempo en actividades de disfrute personal: No solamente podemos pasarlo bien cuando estamos rodeados/as de otras personas. Saber hacer cosas con nosotros/as mismos/as es igual de importante y de divertido cuando sabes cómo hacerlo.
Escoger un buen libro y pasar mucho tiempo leyendo puede llegar a ser una experiencia mucho más maravillosa que otra dónde estés con gente. Darte un baño con espuma, escuchar música o hacer meditación, pueden ser actividades que te llenen de vitalidad y de energía y te ayuden a conectar con tu esencia.
Estos no son los únicos beneficios que conseguirás si decides pasar tiempo a solas, pero sí son los más importantes y los que antes irás percibiendo cuando decidas ponerte en marcha.
Debemos intentar cambiar la idea que se tiene de pasar tiempo a solas como algo malo, algo aburrido o como alguien que no tiene con quien salir y es una persona solitaria y no interesante.
Pasar tiempo a solas va a ayudarnos a crecer como personas y conocernos mucho mejor de lo que nos conocemos y saber cuáles son nuestros límites, nuestras virtudes, nuestras zonas erróneas etc.
¿Cómo puede aprender a pasar tiempo conmigo/a mismo/a?
Para aquellas personas que estéis leyendo este artículo y no sepáis como podéis aprender a pasar tiempo con vosotros/as mismos/as os diré algo muy sencillo: Hazlo.
Lo único que necesitas para saber hacerlo es ponerte a ello, empezar por intentarlo un día a la semana. Proponerte una tarde de esta semana para no hacer planes con nadie, no ir al gimnasio ni irte de compras… proponerte esa tarde estar a solas contigo/a mismo/a y realizar algún ejercicio de introspección o empezar a leerte ese libro que nunca te lees porque no tienes tiempo.
Preferiblemente, te animo a que no hagas nada, que no utilices elementos externos para intentar pasar el rato lo mejor que puedes y que estés literalmente sentado/a en el sofá y observando todo lo que ocurre en ti de manera pausada. Verás cómo en cuestión de 10 minutos ya vas notando los beneficios.
En definitiva, no tengas miedo de quedarte un rato contigo, eres tu mejor amigo y necesitas conocerte y cuidarte para saber quién eres realmente y qué quieres conseguir, así como, parar un poco el ritmo de tu vida y saber qué existen otras cosas ahí fuera que están esperándote.
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