Focalización Sensorial
Cuando hablamos de sexo, normalmente nos referimos a algo placentero, divertido y de lo que disfrutamos solos o acompañados… Pero no para todo el mundo puede ser una experiencia positiva y puede necesitar de algún tipo de ayuda profesional, apareciendo en escena la terapia sexual. A veces incluso eventos agradables pueden ser aterradores para otras personas por diversas razones: malas experiencias, abusos, miedo a la intimidad o miedo a no dar la talla en las relaciones o la nueva situación que puede implicar por ejemplo estar con una nueva pareja.
Hoy quiero comentarte una de las herramientas usadas en terapia sexual llamada focalización sensorial de los autores Master y Johnson, que a través de ejercicios simples realizados en pareja se pueden alcanzar nuevas formas de intimidad que pueden ayudarte a descubrir nuevas formas tanto a ti como a tu pareja de alcanzar el erotismo.
Consta de varias fases que intentaré resumir mucho a continuación:
- Se recomienda que la pareja llegue al acuerdo de prohibir el coito. Cada miembro de la pareja explora acaricia la piel del otro sin tocar ni pechos ni zonas genitales, centrándose en la sensación de las caricias. Se debe hacer sin prisa y con el objetivo de disfrutar, intentando eliminar posibles sensaciones de ansiedad.
- Una vez esa ansiedad haya desaparecido, se comienzan a incluir las zonas genitales y pechos sin pretender excitar sexualmente a la pareja, buscando como en la fase anterior el focalizar la atención en las sensaciones agradables y reduciendo la ansiedad poco a poco. Más adelante, las caricias incluirán todo el cuerpo, y particularmente los genitales de ambos miembros de la pareja, creando una situación sexual más natural; no se permite que lleguen al orgasmo. Esta actividad facilita la eliminación de la posible ansiedad aún existente, buscando que ambos miembros tengan un papel activo en la relación íntima.
- Se incrementa ahora la estimulación mutua previa hasta que se produzca el orgasmo extravaginal.
- En este punto se lleva a cabo la penetración, pero de manera suave y sin movimientos bruscos. Si en algún momento del ejercicio se experimentara ansiedad, se volvería al primer punto para, más tarde y si se desea, retomar este punto.
- Por último, se busca lograr el coito al completo y con orgasmo.
Incluso no teniendo problemas o disfunciones a nivel sexual, esta puede ser una nueva forma de intimar que puede mejorar tu vida sexual con tu pareja ¿Qué opinas?
Bibliografía
Manzo, C.; Yulis, C. (2004) Actualizaciones en terapia sexual. Terapia Psicológica, 22(2), 193-203. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/785/78522211.pdf
Musso, J.R. (1985) Terapias sexuales y terapias comportamentales: reflexiones epistemológicas. Revista Latinoamericana de Psicología, 17(1), 113-119. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/805/80517106.pdf
Elena Amiano Pardo
Psicóloga
Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar, Valencia