Estilos educativos
LA VERDADERA EDUCACIÓN CONSISTE EN SACAR A LA LUZ LO MEJOR DE LA PERSONA. Gandhi.
El estilo educativo es el conjunto de creencias, ideas, valores, actitudes y hábitos de comportamiento que los padres y profesores de los menores mantienen para educar a sus hijos y alumnos. El estilo de vida es el conjunto de estilos cognitivos y comportamiento, y, en el ámbito educativo hablamos de estilos educativos.
Los modelos directos de los niños son su familia (padres, hermanos, tíos, abuelos), profesores y personas cercanas, y los modelos indirectos los encontramos en la prensa, el cine, la radio y la televisión. Los menores complementan su desarrollo con sus propias experiencias y modularan su estilo de vida con sus propios hábitos de comportamiento.
Su desarrollo se ve principalmente influenciado por el estilo educativo que sus padres utilizan. Podemos diferenciar cuatro, pero no existe un estilo educativo puro, sino más bien una interacción entre ellos.
Estilo educativo sobreprotector:
- Cognición: Los padres se ven como únicos responsables de lo que pueda pasarle al menor. Les evitan cualquier tipo de problema sin dejarles autonomía ni iniciativa. Los consideran vulnerables y les proporcionan el máximo de comodidades.
- Emociones: Sienten ansiedad y preocupación. Se disgustan cuando sus hijos quieren tener experiencias por si mismos o quieren tomar decisiones.
- Conductas: Evitan el posible daño al menor. Los atemorizan para que no se atrevan a hacer algo, o los castigan si tienen iniciativa propia. Premian su falta de autonomía y los aconsejan continuamente facilitándoles todo para evitar los errores.
- Consecuencias sobre el menor: Crea un concepto de si mismo negativo. El desarrollo de su autonomía personal se ve dificultada y acaba dependiendo en exceso del educador. Genera ansiedad y teme tomar decisiones porque le falta seguridad en sí mismo.
Estilo educativo permisivo:
- Cogniciones: Piensan que sus hijos deben aprender por sí mismos y ayudarles sería negativo. Les dejan experimentar en su propia piel las dificultades diarias.
- Emociones: Se decepcionan cuando les piden ayuda y se sienten orgullosos si toman decisiones solos. Suelen no sentirse responsables de lo que les pasa a sus hijos porque “tienen que caer para aprender”.
- Conductas: Ignoran la conducta normal de sus hijos, premiándolos si hacen algo extraordinario por cuenta propia. No prestan atención a lo que ven en la tele, internet, etc., y no siguen unas normas de comportamiento, castigándolos de forma arbitraria.
- Consecuencias sobre el menor: Tendrá un concepto positivo de sí mismo por conseguir solo sus logros, pero presentara aprendizaje insuficiente relacionado con habilidades de autocuidado personal, habilidades sociales y de autonomía. Presenta conductas de búsqueda de apoyo y se muestran ansiosos por su inseguridad personal.
Estilo educativo autoritario:
- Cogniciones: Los menores deben obedecer por encima de todo. Deben actuar de forma correcta siempre, según las normas que los padres imponen.
- Emociones: Se sienten orgullosos cuando los niños siguen sus normas sin contradecirles y se enfadan cuando tienen iniciativas que no se corresponden con lo que ellos tienen prefijado.
- Conductas: Premian solo las acciones poco corrientes y centran su atención solo en aquellas conductas que salen de sus normas.
- Consecuencias sobre el menor: Tendrá un concepto negativo de sí mismo por las críticas que recibe. Actuará con base a evitar el castigo y no para conseguir sus metas. Sentirá rencor hacia el educador y tendrá conductas de evitación y justificación. Presentará ansiedad generalizada y crónica.
Estilo educativo asertivo (modelo ideal):
- Cognición: Consideran que sus hijos deben aprender una serie de comportamientos, habilidades y conductas adecuadas, respetando su autonomía y su propia iniciativa. Sus hijos pueden pensar por sí mismos y de forma diferente a ellos. Creen que el menor debe aprender debidamente las conductas características de cada etapa evolutiva para llegar al final de éstas con éxito. La enseñanza se enfoca a conseguir que el menor llegue a ser capaz de tomar sus propias decisiones eligiendo la mejor alternativa.
- Emoción: Están relajados al ver que el menor evoluciona correctamente y satisfechos por ver que tienen una comunicación abierta con sus hijos y que éstos pueden expresarse, y al mismo tiempo cumplir las normas que establecen entre todos.
- Conductas: Se muestran comprensivos con los errores del menor, ya que son parte del aprendizaje. Las conductas extraordinarias las premian generosamente, y cuando incumplen las normas se sanciona de forma firme y regular. Nunca de forma aleatoria, y siempre en un clima de diálogo.
- Consecuencias sobre el menor: Los hábitos de conducta se hacen estables. Sabe discriminar y generaliza los aprendizajes de las conductas adecuadas porque lo han castigado con firmeza. Tolera mejor los castigos y las recriminaciones y genera un excelente autoconcepto. Su autonomía se eleva y gana seguridad en sí mismo e iniciativa. Es capaz de tomar decisiones teniendo en cuenta las consecuencias, y aprecia y respeta a su educador.
Para concluir el tema vamos a realizarnos unas preguntas:
¿Con cuál estilo educativo te identificas más? ¿Lo cambias en alguna ocasión o utilizas siempre el mismo? ¿Crees que es el adecuado el que utilizas con tus hijos? ¿Cambiarías algo? ¿Utilizas el mismo que el otro progenitor o educador?
Es muy importante que ambos progenitores se pongan de acuerdo en el estilo educativo que van a utilizar con sus hijos. El más adecuado para conseguir un buen desarrollo del menor es el estilo asertivo, aunque a veces tendemos a mezclarlos. Debemos tener en cuenta que estamos formando a futuros adultos, y que dependen de su desarrollo en la infancia para llegar a esa etapa con éxito. Por lo tanto, dependen de los adultos que lo educan, la escuela y su entorno social.
Noelia Rodríguez. Psicóloga jurídica y perito forense.
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