De viaje a ti mismo: Emociones

Hoy en día vivimos a un ritmo muy acelerado, sin pararnos a pensar muchas veces en cómo nos sentimos, haciendo las cosas de forma automática y sin plantearnos porqué las hacemos. Vivimos en una sociedad que parece premiar las apariencias, los éxitos inmediatos y el ser excelente en todo, más que el ser uno mismo, tener autoconciencia, la introspección y estabilidad emocional, lo cual directamente influirá en cómo nos sintamos y en cómo nos relacionemos, obteniendo en muchas ocasiones el no ser realmente felices aun pareciendo tenerlo todo. Tal como se muestra en redes sociales, todos parecen conocerse a la perfección, pero la realidad es que a veces hacemos cosas en contra de lo que sentimos, escondiendo emociones para tratar de adaptarnos al ritmo de la sociedad que nos rodea.

Sin embargo, si te paras a pensar detenidamente en la trascendencia de tus emociones en tu vida diaria te darás cuenta rápidamente que son muchas las ocasiones en que éstas influyen decisivamente en tu vida. Por esto es de suma importancia el trabajar conocernos en profundidad y conocer nuestras emociones, las cuales pueden proporcionarnos información valiosa sobre nosotros mismos, sobre otras personas y sobre determinadas situaciones.

 

¿Qué es una emoción?

La emoción es una reacción psicofisiológica subjetiva que ocurre como resultado de cambios fisiológicos o psicológicos y que influyen sobre el pensamiento y la conducta predisponiéndonos a percibir el entorno y actuar sobre él de cierta manera.

Es “un proceso que implica una serie de condiciones desencadenantes (estímulos relevantes), la existencia de experiencias subjetivas o sentimientos (interpretación subjetiva), diversos niveles de procesamiento cognitivo (procesos valorativos), cambios fisiológicos (activación), patrones expresivos y de comunicación (expresión emocional), que tiene unos efectos motivadores (movilización para la acción) y una finalidad; que es la adaptación a un entorno en continuo cambio”.

La emoción se genera como respuesta a un acontecimiento externo o interno y te indica la importancia de lo que está sucediendo; según sientas la vivencia, una misma realidad variará de persona a persona.

 

¿Qué tipos de emociones hay?

  • Emociones primarias: miedo, alegría, tristeza, asco, sorpresa e ira.
  • Emociones secundarias: por ejemplo rabia, orgullo o desesperanza.
  • Emociones relacionadas con el interior (referidas a la experiencia individual) y el exterior (ofrecen información sobre nuestra vivencia con el mundo en relación con nuestro bienestar).
  • Emociones instrumentales: se usan para conseguir un objetivo

Emociones

 

¿Cuáles son las funciones de las emociones?

  • Nos preparan para la acción. Establecen las metas que nos son prioritarias y nos organizan para actuar. El enfado, por ejemplo, nos puede preparar para defendernos.
  • Son adaptativas ya que son señales internas que nos dirigen para poder mantenernos vivos. El miedo, por ejemplo, nos adapta ante una situación crítica para huir.
  • Nos motivan para obtener un fin o evitarlo disponiéndonos a actuar.
  • Nos informan porque nos proporcionan información sobre nuestras reacciones ante las distintas situaciones.
  • Comunican a los demás sobre nuestras intenciones y nuestra disponibilidad a actuar, siéndonos útiles en las relaciones interpersonales.
  • Influyen en el pensamiento y la memoria, ya que pueden mejorar o empeorar el razonamiento y la toma de decisiones.

Los sentimientos vienen y se va, emergen, desaparecen y cambian con el tiempo. Esto nos ayuda a aprender a integrar los sentimientos “deseados y los no deseados” y a no quedarnos atascados en sentimientos particulares que pueden terminar volviéndose patológicos.

 

¿Qué relación existe entre las emociones, los pensamientos y las conductas?

Ante una determinada situación, cada uno podemos hacer una interpretación de esa situación (pensamientos) que conlleva una emoción asociada y que a su vez nos llevará a realizar una conducta determinada. Pero a su vez, una emoción también puede generar a un pensamiento que te motive a actuar. Y la acción en sí misma, puede hacer con que generes un nuevo pensamiento y una nueva emoción. Por ello es importante conocer las emociones, ya que en el momento en que aparezcan, el etiquetarlas servirá de gran utilidad para actuar y poder autoregularte.EmocionesPor tanto, ante una determinada emoción se manifestarán tres sistemas de respuesta:

  • Fisiológico: son los cambios fisiológicos involuntarios que se producen en nuestro cuerpo en respuesta a una emoción, tales como palpitaciones, mareos, dolor de cabeza, tensión muscular, sudoración,…
  • Cognitivo: son los pensamientos que nos provoca la emoción, siendo la vivencia subjetiva de la emoción, para lo cual es fundamental tener una buena educación emocional que nos ayude a identificar lo que sentimos y ponerle nombre, para así poder gestionar nuestras emociones de la mejor forma.
  • Conductual: son las conductas que ponemos en marcha a raíz de las emociones que sentimos. Nos da información sobre nosotros mismos y sobre los demás para relacionarnos.

 

¿Qué es el autoconocimiento emocional?

Es la capacidad de conocer tus propias emociones y sentimientos, así como ser consciente de tus estados de ánimo y de los pensamientos que tienes sobre ellos.

Implica la manera en que puedes influir de un modo inteligente sobre tus emociones y tu interpretación de las emociones de los demás, determinando tu manera de socializar así como las estrategias de adaptación al medio que usas.

Es el conocernos en profundidad, lo cual constituye un factor esencial en la inteligencia emocional de cada uno.

Cabe destacar que la inteligencia emocional:

  • Mejora el autoconocimiento y la toma de decisiones.
  • Mejora el rendimiento laboral.
  • Mejora las relaciones interpersonales.
  • Favorece el desarrollo personal y el bienestar psicológico.
  • Protege del estrés, reduce la ansiedad y ayuda a superar una depresión.
  • Aumenta la motivación.

Como dijo William Shakespeare “de todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo”.

 

¿Por qué es importante desarrollar el autoconocimiento emocional?

Las personas que tienen un buen autoconocimiento emocional conocen bien su personalidad, saben qué están sintiendo y por qué, conocen la relación emoción-pensamiento-conducta que tienen ante distintas situaciones, y conocen el modo en que sus emociones influyen en su rendimiento. Estas personas son conscientes de sus fortalezas y debilidades. Aprenden de la experiencia, están abiertas a nuevos puntos de vista, a la formación continua y al desarrollo de sí mismas, a la crítica sincera y cuentan con un sentido del humor que les ayuda a tomar distancia de sí mismas. Conocen el impacto que sus acciones y reacciones pueden tener en los demás y en qué medida les afectan, y además admiten que no tienen todas las respuestas ni la habilidad para resolverlo todo.

Se trata de ser conscientes de qué sentimos, cuándo y por qué lo sentimos.

Se puede desarrollar con alguna buena formación en inteligencia emocional.

 

¿Y tú, crees que te conoces emocionalmente?

 

Te invito a que te hagas algunas preguntas y luego reflexiones sobre si te conoces a ti mismo o tienes ese viaje pendiente a hacer.

  • ¿Cómo me siento actualmente?
  • ¿Tengo formación en inteligencia emocional?
  • ¿Cuáles son las cualidades que mejoraría de mí misma?
  • ¿Qué objetivos tengo para un futuro y cómo me hace sentir esto?
  • ¿Cuáles son mis fortalezas?
  • ¿Qué podría hacer para mejorar mi vida?
  • ¿Cómo me siento con mi pasado?
  • ¿Qué es lo que me motiva?
  • ¿Cómo me siento con las personas que me rodean?
  • ¿Normalmente actúo acorde a mis sentimientos o los evito?
  • ¿Cómo suelo reaccionar ante situaciones de estrés?
  • ¿Me permito estar mal cuando lo necesito?

 

ALBA USÓ GONZÁLEZ

-PSICÓLOGA GENERAL SANITARIA-

E-mail: albausopsicologia@gmail.com

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