Como afrontar positivamente la jubliación

La vejez es una etapa de la vida donde nos vamos a enfrentar a varios duelos. Uno de ellos es la jubilación. En ese momento podemos tener la sensación de que nuestro rol social activo en la sociedad ya ha terminado. Cuando la jubilación no es deseada, nuestra identidad se ve dañada y puede ocasionar sentimientos de tristeza, soledad, desvalorización e impotencia.

Ante una jubilación no deseada nos puede invadir un sentimiento catastrofista, adoptando una visión pesimista y exagerada de la realidad. Este enfoque puede estar relacionado con el miedo al futuro o la sensación de que la vida ya no tiene sentido. La catastrofización alimenta la ansiedad, el estrés y la desesperanza, lo que puede hacer más difícil disfrutar de la nueva etapa.

Otra forma de afrontamiento negativo ante la jubilación es el escapismo. Consiste en evadirnos de la realidad, sobre todo mediante la tecnología, ya sea el móvil, ordenador, muchas horas frente al televisor… y aunque nos pueda proporcionar un alivio temporal, a largo plazo contribuye a la desconexión de la realidad, lo que nos puede acentuar el aislamiento y la tristeza. Este estilo de afrontamiento esta muy relacionado con un estilo de vida sedentario, y los estudios nos dicen que llevar un estilo de vida sedentario aumenta nuestras probabilidades de sufrir una depresión.

Aunque la jubilación puede ser una recompensa por años de duro trabajo, estamos viendo como también puede generarnos estrés, ansiedad y depresión.

Las creencias que tengamos sobre la jubilación, ya sean positivas y negativas, marcaran la actitud que tenemos a la hora de enfrentarnos a la situación. Algunas estrategias de afrontamiento positivas son las siguientes:

– Acepta el cambio. Aceptar las circunstancias de la jubilación y enfocar la energía en lo que se puede controlar, como la forma de reaccionar ante los obstáculos, puede ser más efectivo que luchar contra eventos fuera de control. Recordar cómo se han afrontado cambios en el pasado puede ayudar a manejar este nuevo cambio.

– Redefinir el concepto de uno mismo. Seguramente durante tu etapa laboral una parte muy importante de tu identidad era a los que le dedicabas 40 horas semanales, y es normal. Busca cosas que te gustaría haber hecho pero por su trabajo no pudo, cosas que te inspiren, que te despierten ilusión por aprender, que te hagan estar activo física y mentalmente.

– Explorar y desarrollar nuevas áreas de la vida que permitan verse más como personas completas, no limitadas solo al rol de trabajadores.

En conclusión, es cierto que la jubilación cierra un ciclo, vamos a llamarlo laboral, pero eso no quita que de comienzo una etapa de desarrollo personal, crecimiento y nuevas oportunidades. Aunque es cierto que nos puede traer ciertos desafíos como la adaptación a un cambio en el estilo de vida, también ofrece la posibilidad de redescubrir intereses, aprender nuevas habilidades o dedicar más tiempo a actividades que antes no eran prioritarias. Con un enfoque proactivo y mentalidad positiva, esta nueva etapa puede convertirse en una fase de plenitud, en la que el tiempo disponible se convierte en una valiosa oportunidad para enriquecerse tanto a nivel personal como social. Aceptar este nuevo ciclo con apertura y optimismo nos permite disfrutar de la jubilación como un período de crecimiento y satisfacción, donde la libertad y la experiencia se combinan para ofrecer una vida plena.

Ángel Domínguez Anglada, psicólogo colaborador del equipo de Calma Al Mar y la Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS.

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