Celos infantiles: La llegada de un hermano

El nacimiento de un nuevo hermano supone un cambio muy importante en la estructura y dinámica familiar. Cuando hasta entonces el hijo único de ese sistema familiar recibe la noticia, su forma de vida comienza a cambiar, percibiendo que el cariño y la atención que antes recibía de forma exclusiva, empiezan a compartirse y desviarse hacia el recién llegado. Así pues, la llegada de un hermano supone una de las primeras experiencias en las que se van a manifestar los celos.

En el presente artículo hablaremos sobre qué son los celos, sus características y sus consecuencias y expondremos un conjunto de pautas de actuación a fin de poder intervenir de la forma más adaptativa

¿Qué son los celos infantiles?

Los celos se definen como un estado afectivo o emoción caracterizada por la presencia de miedo, rabia, tristeza y frustración al considerar que no somos correspondidos emocionalmente por las personas que queremos. En el caso de los celos infantiles es necesario que para que estos se experimenten, el niño tenga establecido el apego con los progenitores, así como la expectativa respecto al tipo y características de la relación.

Todos los niños van a experimentar los celos en algún momento de su vida, es algo natural que forma parte de su ciclo vital y que todos en algún momento de nuestra infancia, incluso en la adultez hemos experimentado. Los celos infantiles suelen comenzar en torno a los 12-24 meses de edad cuando el niño ya es capaz de tener expectativas y cuando el apego con sus papás se encuentra ya formado y estructurado. De hecho, la manifestación de los celos suele ser más fuerte cuanto mayor es el apego y el amor con sus figuras de referencia. No debemos olvidar, que un niño es absolutamente dependiente de un adulto, necesita de un referente que le guíe, le sostenga, le apoye, le cuide y le proporcione atención, cariño y amor. Por lo tanto, no es de extrañar que circunstancias cotidianas como puede ser la llegada de un hermanito o incluso la presencia de otro niño supongan para él, la amenaza más terrible del mundo.

Los celos infantiles ante la llegada de un hermano

La llegada de un nuevo miembro a la familia supone para el niño un gran cambio y un gran estresor. El niño percibe que tendrá que compartir todo el cariño, la atención, el amor, sus juguetes … ¡¡ a sus papás!! , y es algo a lo que no está dispuesto y por lo que va a luchar a toda costa. Es por tanto una reacción defensiva, donde el niño quiere y necesita proteger aquello que hasta entonces consideraba que era suyo de forma exclusiva. El niño considera que a partir de ahora tendrá que competir para mantener y obtener el cariño que antes se le otorgaba a él de forma incondicional y todo esto supone un coctel emocional muy difícil de controlar y entender para un niño.

Manifestaciones comportamentales y emocionales

Los celos infantiles se manifiestan a través de un conjunto de comportamientos y estados afectivos que pueden ser muy variados:

Alteraciones en la comida y en el sueño (pesadillas, terrores nocturnos, ganas de dormir con los padres…)
Comportamientos agresivos ante el recién llegado
Hostilidad hacia los progenitores (desobediencia, conductas disruptivas, problemas con las normas y limites…)
Búsqueda de atención
Tristeza y lloros frecuentes
Problemas en el rendimiento escolar
Retroceso en su desarrollo (mojar la cama, lenguaje más infantil, usar chupete…)

¿Cómo puedo actuar?

Para poder actuar de las forma más adaptativa debemos comenzar desde el momento en que comunicamos la noticia a nuestro hijo. Es decir, debemos abordar la situación atendiendo a un conjunto de fases que coinciden con todo el proceso del embarazo. Nuestro objetivo va a ser enseñar a nuestro hijo a compartir el cariño, la atención y el amor de sus papás.

1. Trasmitiendo la noticia: El momento de la comunicación de la noticia supone uno de los pasos más importantes que guiará y estabilizará todo el proceso. Es imprescindible comunicárselo cuando estemos seguros de la situación, ni muy pronto ni muy tarde y siempre han de hacerlo ambos progenitores. Es conveniente que os sentéis todos juntos, en un lugar tranquilo y confortable, que aporte seguridad a vuestro hijo. Es muy importante dejar que el niño pregunte y que sean estas preguntas las que guíen la conversación, respondiendo atendiendo siempre a la edad evolutiva del pequeño.

Tras comunicarle la noticia puedes compartir con él las fotos de cuando él era un bebé, incluso de cuando estabais embarazados de él, con ello podrás explicarle si te pregunta «¿De dónde viene el bebé?» que viene de la tripa de mamá. Podéis contarle lo maravilloso que fue tenerle y todas las cosas bonitas que vivisteis tras su llegada.

Asimismo resulta muy satisfactorio para los niños trasmitirles que serán los hermanos mayores, con ello le estás comunicando que tendrá que tener responsabilidad. Esto supone para los niños una sensación de control muy confortable, ya que vamos a alimentar su ego, le ayudará a sentir que no va a perder la atención de sus padres y que además adoptará un papel muy importante y crucial en la familia con muchos privilegios.

2. Durante el embarazo: Si no queremos perder lo conseguido hasta el momento la participación activa del niño durante esta fase es imprescindible. Para ello resulta muy útil involucrar al pequeño en el proceso, pidiéndole por ejemplo opinión de la habitación y ayudando en la decoración y compra de ropita, juguetes y cosas para el bebé.

Es importante ir preguntándole cómo se siente, trabajar sus emociones y ayudarle en cualquier duda o preocupación que tenga.

Asimismo, es imprescindible trasmitirle que la situación es una situación normal que se vive en muchas familias, poniéndole ejemplos de amiguitos, compañeros de colegio, familiares etc.

Finalmente podemos darle una lista de tareas que tendrá que ir preparándose como hermano mayor, podemos llevar a cabo este momento como algo divertido, dándole un diploma, una medalla o un objeto que lo identifique como el hermano mayor de la casa.

3. La llegada al hogar de un nuevo miembro de la familia: El nacimiento y la llegada al hogar del bebé es el momento más tenso, por fin se hace realidad y por fin debemos poner en práctica todo lo aprendido. Es una situación tensa para los papás y para los niños, pero no debemos perder la calma.Tenemos que dejar que el niño se acerque al bebé, que lo acaricie, no olvidando que el primer contacto tiene que ser muy positivo.

Hay que evitar frases como: ¡no lo toques!, ¡se te va a caer! ¡Cuidado, no me fío de ti!

Podremos realizar una gran fiesta por la llegada del bebé y darle un papel protagonista a nuestro hijo, para que se sienta valorado y partícipe. En este momento es sumamente importante que los familiares saluden y traten al niño con normalidad, antes de centrarse en el recién llegado.

Asimismo la organización familiar debe trabajarse y adecuarse a la actual situación, es imprescindible que mientras la madre atiende al recién llegado en sus necesidades, el padre pase tiempo con el hermano mayor o viceversa. Además, es imprescindible involucrar al niño en tareas que impliquen el cuidado del bebé, como por ejemplo la hora del baño o preparar la comida.

Ante todo esto es especialmente relevante y útil, reforzarle de forma positiva a través de frases que trasmitan confianza, valoración y seguridad: ¡¡ qué buen hermano mayor eres!, ¡lo estás haciendo genial!, ¡qué bien lo cuidas!!

Para terminar me gustaría dejaros un enlace con 21 cuentos infantiles sobre los celos y la rivalidad entre hermanos. Son una herramienta muy útil para explicar a los niños que son los celos e intervenir ante ellos de una forma lúdica.

http://www.clubpequeslectores.com/2015/03/21-libros-infantiles-celos-rivalidad-hermanos.html

Si necesitais mas información sobre este tema, o considerais que estais atravesando una situación con vuestros hijos que requiera ayuda, podéis poneros en contacto con nosotros a través del siguente enlace. Estaremos encantados de proporcionarle las herramientas y habilidades necesarias.