Características del trastorno de espectro autista (TEA) y criterios de inclusión

El trastorno del espectro autista es una condición del neurodesarrollo. Las personas con TEA suelen mostrar una variedad de síntomas y niveles de funcionamiento, por lo que el diagnóstico se organiza en un espectro de tres grados, según la severidad y la cantidad de apoyo necesario para su funcionamiento diario. Aún así, cada caso de TEA es individual, por lo que es de vital importancia personalizar el enfoque de tratamiento según las particularidades y necesidades de cada persona.

 

  • Grado 1: Las personas con TEA de grado 1 presentan síntomas leves. Pueden comunicarse verbalmente y tener una capacidad funcional relativamente alta, pero pueden enfrentar dificultades en situaciones sociales complejas y en la interpretación de señales sociales sutiles. A menudo presentan comportamientos repetitivos y pueden ser inflexibles en su pensamiento, pero con apoyo, pueden manejar sus interacciones y adaptarse mejor.

 

  • Grado 2: Este grado involucra mayores dificultades en la comunicación y en la comprensión social. Las personas con TEA de grado 2 pueden mostrar comportamientos repetitivos más evidentes, inflexibilidad y problemas para adaptarse a cambios. Requieren un apoyo constante para poder funcionar en actividades cotidianas, aunque pueden lograr independencia parcial en algunos contextos con ayuda.

 

  • Las personas con TEA de grado 3 tienen dificultades significativas en la comunicación verbal y no verbal y suelen necesitar un apoyo intensivo. Suelen mostrar un alto grado de inflexibilidad, comportamientos repetitivos y una reacción intensa al cambio. Generalmente, necesitan asistencia constante para llevar a cabo tareas diarias y suelen tener dificultades para funcionar de manera independiente.

Dentro del espectro autista son comunes las comorbilidades, es decir que suelen existir otro tipo de trastornos al mismo tiempo. En torno a un 50 y 60% de las personas TEA va a sufrir algún tipo de ansiedad (generalizada, social, fóbica). Alrededor del 30-50% tienen síntomas de TDAH, que incluyen impulsividad, hiperactividad e inatención. También suelen tener una hiper o hiposensibilidad auditiva.

Por estudios realizados conocemos que el desarrollo neuronal y cerebral de una persona con TEA tiene ciertas características que lo diferencian de un desarrollo neurotípico. Se ha observado una conectividad cerebral atípica y alteraciones en la corteza prefrontal y temporal.

Como sociedad podemos hacer que el día a día de una persona TEA sea mucho más agradable y que se sienta mucho más incluido

  • Rutinas: Si eres mamá o papá de un hijo con autismo es importante que sepas lo siguiente. El hecho de que lleven una rutina tanto en casa como en el colegio reduce su ansiedad, les hace más independientes y eso aumenta su autoestima y autoconfianza. También añadir en los horarios o agendas un apoyo visual con fotos o dibujos es un apoyo muy útil.
  • Empatía y Validación: Como cualquier otra persona, le gusta que se le atienda, que se le escuche, que se tenga en cuenta su opinión. Para ellos, ciertas situaciones sociales pueden ser abrumadoras. La validación y la empatía ayudan a disminuir la ansiedad, ya que la persona siente que su perspectiva es reconocida y que no está sola. Interesarte por sus aficiones y sus hobbies, simplemente escuchando y dando un feedback positivo ayudas a que se sienta más a gusto y menos juzgado.
  • No seas condescendiente, esto puede hacer que se sienta infravalorado y menospreciado. Muchas personas con TEA, aunque depende del grado, son conscientes de su condición. No seas amable con él o ella por el hecho de que es TEA, tratale como uno/a más.
Comparte en: Facebookredditpinterestlinkedinmail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *