Cambios de generación X a Y
El día que dejemos de alegrarnos, dícese sorprendernos,
por ver a una pareja de lesbianas o gays, ya sea con hijos o un grupo de ellos,
caminando en la calle, en un bar o suspiremos un oooh muy tierno al ver semejante imagen,ahí, allí se habrá hecho el cambio de verdad.
Queremos un cambio donde todo el mundo pase por desapercibido y seguimos señalando aunque sea en nuestro interior o inconscientemente, hay una pizca de felicidad porque les damos de valientes, cuando no pensamos lo mismo de una pareja heterosexual. La famosa salida del armario, estuvo bien en su tiempo cuando tenía el objetivo de visibilizar la existencia de una inclinación de preferencia seuxal diferente a la impuesta por defecto, la heterosexualidad. Actualmente, los millennials (que comprenden la generación nacida entre 1981-1993 ) tras varios estudios son considerados como la era de la liberación sexual, están en pleno auge de la bisexualidad.
El día que dejemos que nuestros amigos,hijos y familiares no tengan/sientan la necesidad de expresar y orientación sexual y seamos lo suficientemente respetuosos como para aceptar que las personas amamos a personas, da igual la orientación sexual, el sexo con el que nazcamos, la identidad del género que nos sea impuesto o lo hayamos escogido libremente. Este movimiento también es un logro de los millennials, que persiguen no tener que definirse, tras varias declaraciones de muchas actrices y personas famosas, se fomenta la individualidad y necesidad de comprender tan sólo a uno mismo y no tener que dar explicaciones a nadie.
Otra pregunta que ronda mucho ahora mismo es: si lo que se pretende, el objetivo ideal al que la gran mayoría del colectivo LGTBIQ quisiera llegar es a un mundo sin etiquetas, por que seguimos aumentando la lista de categorías de orientación sexual y de género. Pues la respuesta es más sencilla de la que crees, debido a que existe una gran necesidad de la gran mayoría de la sociedad de comprender y de entender a los demás, como una forma de orden, porque aún no se concibe un mundo sin etiquetas, sino un mundo que cada vez tiene más y más etiquetas por la necesidad de hacerse oír y entender. y no me entiendas mal, soy la primera partidaria de que se deben abolir todas las barreras que nos diferencian.
En un mundo utópico, los adolescentes no se seguirían preguntando si puede existir una relación de amistad entre hombres y mujeres, la definición de los conceptos masculino y femenino no conllevaría una connotación a la construcción social sobre la que se basan la mayoría, en un mundo ideal, no cabría la necesidad de definir qué órgano reproductor te atrae, y allí nos fijaríamos más en las personas, en molestarnos en conocernos, callarnos y escuchar en vez de oír para contestar.
Por último cabe comentar lo fuerte y segura que viene la generación Z, vivimos en un mundo de cambio, no nos estanquemos en unos ideales forjados a fuego, Quién sabe qué nos deparará el futuro.
Hnazand Ghukasyan
Psicóloga
Comparte en: