Ansiedad sexual; Cómo combatirla.
A veces, algo tan placentero como el sexo, puede llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Cuando algo no sale bien en tus relaciones íntimas, puede llenarte de frustraciones y miedos que posiblemente vuelvan a aparecer cuando vayas a tener sexo de nuevo. En el artículo de esta semana, comentaré cómo actúa la ansiedad en el sexo y te daré algunos consejos para lidiar la ansiedad sexual.
¿Qué es la ansiedad sexual?
La ansiedad sexual se caracteriza por el hecho de tener pensamientos negativos o preocupaciones que alteran el deseo de disfrutar un encuentro íntimo con la pareja como:
- Temor a no ser lo suficientemente “bueno” en la cama.
- Tener una mala imagen de tu cuerpo y/o de tu peso.
- Preocuparse o sentir que el tamaño del pene no es el adecuado.
- Temor a eyacular de manera prematura (eyaculación precoz) o de no poder sostener la erección hasta que la mujer alcance el orgasmo.
- Temor a no poder llegar al orgasmo o de disfrutar la experiencia sexual.
Cabe señalar que, aunque esas preocupaciones y miedos son más comunes en los hombres, las mujeres también pueden sufrir ansiedad sexual.
A continuación os muestro dos situaciones típicas de ansiedad sexual:
Cuando Juan conoció a María, por ejemplo, estaba tan enamorado que temía no ser capaz de hacer gozar a la chica de sus sueños. Pensaba que su pene era pequeño y que seguramente ella habría tenido experiencias con hombres que eran “mejores” que él. El resultado de las relaciones fue frustrante: cuando llegaba el momento del sexo su erección sólo duraba hasta el momento de la penetración, y luego nada, no había forma de seguir.
En situaciones similares, Roberto se entusiasmaba tanto que no lograba retener la eyaculación para esperar a su compañera, y le afectaba tanto la situación que al final, cada vez que le gustaba una chica ni siquiera se acercaba por temor a pasar nuevamente por una situación tan frustrante.
Preocupaciones como las de los casos del ejemplo impiden que el sexo sea algo placentero. Además, en los hombres en concreto, pueden activarse algunas hormonas del estrés que hacen que el cuerpo reaccione como si estuviera frente a una amenaza, cuando en realidad no es así. Uno de los efectos de estas hormonas que actúan ante la ansiedad, es estrechar los vasos sanguíneos. De ese modo, llega menos sangre al pene y hace que la erección sea más difícil de conseguir o sostener. En el caso de las mujeres, es posible que el estrés no les permita lubricarse lo suficiente como para tener sexo o que pierdan directamente el deseo de tener relaciones sexuales.
Cómo combatir la ansiedad sexual:
Para finalizar, compartiré contigo una serie de consejos que te pueden ayudar a combatir la ansiedad sexual y poco a poco ir disfrutando más de las relaciones sexuales con tu pareja.
- Sé abierto con tu pareja y anímate a hablar de las preocupaciones que no te dejan actuar libremente durante el sexo. Así, tu pareja podrá entenderte mejor y entre los dos podréis buscar soluciones que, incluso pueden hacer que os unáis más.
- Trata de ampliar la intimidad, hay muchas formas de hacerlo sin tener sexo. Por ejemplo, podéis daros masajes o tomar un baño cálido. Haceros caricias y buscar nuevas formas de sentir y provocar sensaciones, sin tener que llegar al acto sexual que tanto te estresa.
- Haz ejercicio. No sólo te permitirá mantenerte en forma y sentirte mejor con tu cuerpo sino también tener más energía y fortaleza para el sexo.
- Elimina los mitos sobre el sexo que distorsionan totalmente la realidad y hacen que nos marquemos unos “estándares” utópicos y totalmente alejados de la realidad. Por ejemplo: “Mi pene debe medir al menos 18 cm para poder darle placer a mi pareja y la relación sexual debe durar al menos 50 minutos, como en las películas”
- Contempla las relaciones sexuales como un momento de placer, entrega y unión con tu pareja y no como una competición por demostrarle que tú eres mejor que los demás.
- Pide ayuda psicológica. Si nada de esto funciona, consulta a un profesional especializado en problemas sexuales que pueda ayudarte a conocer tus temores y a entender qué cosas te preocupan o te causan ansiedad, así como también a sentirte más cómodo con tu sexualidad.
Recuerda que, cuando se trata del sexo, no hay una forma de hacerlo bien o mal. Si no que, lo importante es disfrutar juntos y dejarse llevar por las emociones. Todo vale en la pareja mientras ambos estéis cómodos. Por eso, deja de culparte o presionarte sobre cómo lo haces, cómo te ves o cómo sientes que luce tu cuerpo. El sexo no tiene que ver con nada de eso y tú tienes todas las condiciones para disfrutarlo. No te dejes vencer por la ansiedad sexual, pues es una situación que normalmente es pasajera y puede resolverse.
Si crees que necesitas ayuda psicológica porque a ti te está pasando algo parecido y no sabes cómo ponerle solución, puedes contactar con nuestro equipo de psicólogos pidiendo cita a través de este enlace.
Además, aprovechando el tema del artículo de esta semana, me gustaría recomendarte estos cursos prácticos online sobre el tratamiento del vaginismo y la eyaculación precoz. Si eres psicólogo o estás estudiando psicología, pueden serte de gran ayuda.
Julio Alberto Ruiz Ruiz
Psicólogo en Centro de Psicología Sanitaria Valencia