Ansiedad: ¿ayuda o perjudica?
La ansiedad
La ansiedad mata, relativamente, a pocas personas, pero muchas aceptarían gustosas la muerte como una alternativa a la parálisis y el sufrimiento provocados por las formas más graves de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad son los que más prevalencia tienen, por ello, son uno de los más importantes.
Las emociones que predominan son la inseguridad y la falta de control.
El grado de ansiedad que tienen los sujetos con trastornos de ansiedad es muy grande e incluso pueden experimentar ideación suicida, ya que llegan a pensar si les “compensa” seguir experimentando esa ansiedad.
La ansiedad es una experiencia física y mental que se produce ante situaciones (oscuridad, exámenes, hablar en público…) y produce síntomas físicos como sensación de calor, temblor, sudoración…
Ocurre en respuesta a una amenaza percibida, pero forma parte de nuestra vida y puede llegar a ser útil.
Es una emoción que se manifiesta a nivel físico y/o mental en situaciones que se perciben como peligrosas. Puede ser facilitadora, es decir, en relación con algo (por ejemplo, mostrarse atractivo socialmente) que siempre tiene un grado mínimo para superar una situación normal, como hacer un examen, o adaptativa. No toda la ansiedad es desadaptativa. La supervivencia guarda relación con la ansiedad.
La ansiedad es una respuesta normal a una amenaza y, asimismo, una respuesta adaptativa a nuestro medio.
Este estado nos ayuda a orientarnos, nos indica señales de peligro y sobre todo contribuye al dominio de muchas situaciones.
La ansiedad, como toda emoción, implica al menos tres sistemas de respuesta:
- Fisiológico: cambios en el sistema nervioso autónomo que se reflejan en cambios externos e internos.
- Cognitivo-subjetivo: relacionado con la propia experiencia interna, como preocupación, sensación de inseguridad, confusión, dificultad para concentrarse…
- Motor-conductual: es el principal en los trastornos fóbicos. Los componentes observables de la conducta en sus diferentes formas, sobre todo el escape y la evitación.
Diferenciando ansiedad, miedo y pánico
- Ansiedad es un estado emocional que se experimenta ante la presencia de una amenaza vaga. Tiene un carácter anticipatorio y se da ante estímulos realmente irrelevantes. El paciente experimenta incertidumbre donde predominan los elementos psicológicos.
- Miedo es una reacción emocional que se desencadena ante una amenaza específica, inmediata. Es evolutivo y adaptativo y tiene un carácter inminente. Una respuesta lógica de temor y que es un proceso más automático.
- Pánico o angustia consiste en reacciones súbitas de miedo acompañadas de reacciones características como taquicardia y palpitaciones, dificultad para respirar, sensación de pérdida de control, etc., que con frecuencia se producen sin un estímulo externo (ataques de pánico espontáneos o inesperados). Tiene aspectos más somáticos y es de inicio abrupto.
La distinción se establece porque la ansiedad, en general, está orientada hacia el futuro (fundamentalmente de naturaleza cognitiva). El miedo consiste en una alarma primitiva en respuesta a un peligro presente.
Se diferencia ansiedad de pánico en el tipo de sintomatología, psicológica y somática.
¿Cuándo se pasa de ansiedad a trastorno?
La ansiedad no es un trastorno. Es normal experimentar un estado de ansiedad. La ansiedad normal pasa a ser patológica cuando es excesiva, interfiere en la vida del paciente, es persistente, genera un alto grado de sufrimiento…
El estado de ansiedad es temporal y desaparece una vez desaparece lo que la provoca. Los trastornos tienen al menos cuatro semanas de ansiedad y se manifiesta ante situaciones irrelevantes y a su vez hay un elevado sufrimiento emocional, hay miedo al miedo y si hay deterioro funcional e interferencia en muchos ámbitos. La atención, percepción, la memoria etc., en vez de centrarse en lo que realmente tiene que centrarse (una entrevista de trabajo, por ejemplo), se centran en la amenaza.
Guillermo Cao, Colaborador del Centro de Psicología de «Psicología
Calma al Mar», en Valencia
