Disociación: causas, síntomas y tratamiento

La disociación es un fenómeno psicológico en el que el cerebro se desconecta de la realidad presente. Cuando una persona se disocia suele tener alguno de estos síntomas:

Desrealización: Se vive el entorno presente como si no fuese real, es algo así como si uno pensase que está en un sueño.
Despersonalización: Uno no se reconoce a sí mismo, es como si fuese otra persona. No se identifica, se ve como extraño.

Habitualmente las disociaciones suelen iniciarse en algún momento de la vida que pudo haber sido muy traumático. En ese momento, apartarse mentalmente de la realidad fue un recurso útil para evitar un sufrimiento máximo. En esa desconexión por auto-protección se generó un aprendizaje, una memoria procedimental de desconexión, que tenía una finalidad útil en ese momento para prevenir un daño emocional mayúsculo.

Algunos ejemplos de traumas que puedan haber generado la primera gran desconexión pueden ser:

Accidentes
Asaltos o ataques violentos en donde se haya visto peligrar la vida
Atentados
Intervenciones quirúrgicas que hayan generado dolor intenso
Desastres naturales
Violaciones o agresiones sexuales
Maltrato, desatención o desapego intenso de los cuidadores en la infancia.

Tras esa primera desconexión en donde el cerebro huyó mentalmente de la realidad que le estaba tocando vivir en el presente, el cerebro vuelve a esas desconexiones de forma espontánea, habitualmente provocada por:

Recuerdos vinculados con el evento traumático: por ejemplo, olores, sonidos, pensamientos, ideas, sensaciones táctiles, palabras, etc.
Sobrecarga del pensamiento provocado por un alto estrés: por ejemplo por exponerse a algo que da miedo, o soportar muchas responsabilidad, o tener una carga laboral extrema.

Si te interesa el tema de las disociaciones, en este vídeo te explico mucho más acerca de las causas, síntomas y el tratamiento de las disociaciones en salud mental.