“Estoy enfadada, no histérica”. Inteligencia emocional en chicas. Resentimiento y odio. Cómo prevenirlo.
¿Alguna vez te han preguntado si estás enfadada y has contestado “no estoy enfadada” con la voz y la cara de enfadada?
“¡Eres una histérica!” es un comentario que habrás oído en alguna situación en la que seguramente has sentido y manifestado la emoción de la ira (levantando la voz, haciendo movimientos bruscos o poniéndote muy nerviosa).
No me equivoco si digo que reprimes el enfado para evitar ser considerada “histérica”. Vale, pero, ¿a dónde va esa emoción que no expresas?
El psicólogo Carl Jung decía que aquello que reprimes, aumenta y sale en formas desmedidas, pues cuando no expresas el enfado las consecuencias (López Blanco et al., 2012) son mayores ya que:
- Disminuye tu capacidad de gestionar y controlar esta emoción, lo que provoca que tengas la sensación de explotar, tener comportamientos exageradamente agresivos o desproporcionados con la situación.
- Al reprimirla, la ira se convierte en resentimiento u odio que te hace muchísimo más daño a ti misma y a las personas con las que te relacionas.
- Ese resentimiento e impotencia acumulada a la larga provoca un severo deterioro psicológico y está en la base de los trastornos de ansiedad y depresión.
¿Qué es el resentimiento?
El resentimiento, tal y como podemos ver en algunos de los mejores cursos de inteligencia emocional, es un enojo no expresado, una emoción que rebota una y otra vez dentro de ti sin poder salir causando el efecto bola de nieve que al acumularse provoca un daño incomparablemente mayor que aquel que se hace expresando el enfado en el momento (López Blanco et al., 2012). Querer ocultarlo es normal porque socialmente no se ajusta a lo que se considera “femenino”. De ahí el porqué te reprimes. Es normal, pero no es sano.
El hecho de que las mujeres sean emocionalmente más “beneficiadas” que los hombres porque expresan una gama más amplia de emociones no las dispensa de que puedan expresar todas las emociones, ya que la emoción socialmente prohibida por la influencia de los roles de género es la ira. La idea de feminidad frágil, cuidadosa y eternamente paciente impide a las chicas y mujeres poder expresar su enfado cuando así lo sienten, ante la amenaza de ser consideradas “histéricas” (Cazalla-Luna y Molero, 2013).
Pero cuando no expresas el enfado, ello te hace vivir resentida, con rabia y frustración acumulada lo que desencadena una serie de efectos colaterales en tus habilidades sociales: disminuye tu capacidad de atención, pierdes la habilidad de ser emocionalmente accesible cuando te necesitan, te vuelves fácilmente irritable y a la vez ansiosa por no poder expresarlo, que es un estado físico y psicológicamente agotador (Sánchez Aragón et al., 2008).
¿Cómo prevenir el resentimiento?
Si eres mujer
- Y sientes resentimiento, rencor o tienes la sensación de estar atrapada en una situación del pasado que te impide avanzar, trata de descubrir qué enojo no has expresado y el miedo que hay detrás; ello te dará la pista de cómo liberarlo y recuperar tu equilibrio.
- Si quieres controlar tu ira, no la reprimas, sino exprésala para conocerla y así poder gestionarla. A medida que la expreses, perderá control sobre ti y empezarás a tener tú el control sobre ella. Dejarás de sentir esa impotencia y sensación de pérdida de control ante situaciones de enfado, porque aprenderás expresarlo de forma asertiva (Sánchez Aragón et al., 2008).
- Expresa tu enfado con responsabilidad y consciencia de las consecuencias que implican el no hacerlo.
- Fórmate con algún buen curso online de inteligencia emocional
Si eres hombre
- Abstente del calificativo de “histérica” cuando una mujer expresa el enfado, ya que es un término erróneamente promovido por los estereotipos de género.
- Ten en cuenta que una mujer resentida es una mujer que no ha expresado el enfado en las situaciones puntuales en las que lo ha sentido.
- Si cuidas su aspecto emocional no sólo contribuyes a prevenir el resentimiento, sino que te beneficias de relaciones sanas.
Recuerda, todas las emociones son necesarias y útiles y cumplen una función específica en tu vida. La emoción de la ira te pertenece y te invito a que aprendas a expresarla.
¿Y tú, cómo expresas el enfado?
Minodora Anusca
Mediadora Familar
Colaboradora del Centro de Psicología Calma al Mar, Valencia
Referencias:
Cazalla-Luna, N. y Molero, D., (2013). Revisión teórica sobre el autoconcepto y su importancia en la adolescencia. Revista Electrónica de Investigación y Docencia (REID), 10, 43-64.
López Blanco, B., Rodríguez García, E., Vázquez Pineda, F., (2012). Intervención cognitivo conductual para el manejo de la ira. Revista Mexicana de Psicología, 29(1), 97-104.
Sánchez Aragón, R., Retana Franco, B., y Carrasco Chávez, E. (2008). Evaluación Psicológica del Entendimiento Emocional: Diferencias y Similitudes entre Hombres y Mujeres. Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación – e Avaliação Psicológica, 2(26), 193-216.
Derechos autor imagen: <a href=»https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/mujer»>Foto de mujer creado por asier_relampagoestudio – www.freepik.es</a>
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Buen artículo y muy útil. Como bien se ha dicho esa idea, impuesta por la sociedad, de la mujer frágil y paciente hace que para las mujeres sea más difícil expresar su enfado cuando así lo sienten, tanto en el ámbito personal cómo en laboral, por mor de que pueden ser calificadas como histéricas.Muy importante en todo momento expresar tus emociones, y sentimientos, y en el momento que ocurren y no acumular un resentimiento que nos hace vivir una y otra vez, el enojo y el dolor. También, otro de los aspectos fundamentales, para mi es tener una educación social, en estos conceptos, y que quede claro que afectan a todos por igual, y no atribuir solo este estado a la mujer como la parte supuestamente más frágil.
Hola,
La línea que perfila lo que presentas en tu artículo realza la magnitud de las emociones, lo que sale de dentro es profundo, misterioso, único… Cada ser humano vive de manera diferente lo que la vida le proporciona -aunque en algunos casos se asemejan las experiencias-, por lo que es más que necesario conocer la variedad de emociones que nos embarga durante el viaje diario en el que nos embarcamos a ciegas.
Si he de subrayar alguna emoción en especial sería el resentimiento, ya que hasta el momento es la que me trae de cabeza. Al leer la descripción que das de la misma he podido visualizar al instante la emoción, que está dentro y bota, rebota y acaba salpicando hasta a los inocentes…
Oportuno queda agradecerte que trates temas sobre las emociones con claridad y ejemplificación. Celebro que quites la ‘falsa’ importancia de conocer estas emociones.
Saludos!
Hola,
Depende como percibamos las emociones y la dualidad de ellas (buena/mala) puede hacer mucho daño, porque nos invitan a expresar las emociones positivas y caer bien a los del entorno, pero en cambio las emociones negativas no se deben expresar porque como no son tan bonitas, pueden generar rechazo. Este articulo hace una llamada a la autoconcienciacion de las propias emociones y gestionar entre otras la expresion de las mismas como una herramienta para el bienestar fisico y emocional. Es muy util!