Escucha activa
Debiéramos atender a cada persona como si esta mostrase un cartel que dijera: ¡Quiero sentirme
importante! .
El arte de la escucha es, en gran medida, el arte de la espera. Demora tu intervención el
tiempo necesario para mostrar a tu interlocutor que le atiendes sin interrupciones y que comprendes y analizas antes de responder.
La escucha activa implica una actitud que lleva a hablar sólo lo necesario, empleando frases
abiertas que invitan al interlocutor a ampliar sus explicaciones, asentir con la cabeza y centrar nuestra mirada en la persona evitando las distracciones. EL objetivo es que el interlocutor sienta que le comprendes y no juzgas aquello que te está contando.
Cuando una pareja acude a consulta, muchos de sus conflictos tienen el origen en la falta de escucha activa entre ambos, lo que llevará a una comunicación deficitaria e incomprensión de lo que la otra persona quiere decir y como se siente. Los problemas derivados de la falta de escucha activa se pueden extender a otros contextos, como el familiar o laboral.
A continuación la psicóloga Estefanía Cárcel Esteban os enseña las claves para aprender a escuchar activamente y de este modo reducir los problema interpersonales que se producen principalmente por no tener desarrollada la habilidad de escuchar a los demás de forma activa.
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