Tratamiento del Trastorno de Pánico por etapas.
ETAPA 1: COMPRENDER EL PÁNICO
En ocasiones podemos experimentar un episodio súbito e inesperado de terror intenso: sentimos que el corazón y la respiración se aceleran, los músculos se tensan, todo el cuerpo está en estado de alerta ante la posible aparición de un peligro. Se trata de un ataque de pánico que ha disparado el sistema de alarma; todo el cuerpo está atento para reaccionar cuanto antes y ponernos a salvo.
Esta reacción física es natural, y en la mayoría de los casos no le daremos importancia. Sin embargo, en ocasiones, hay personas que desarrollan un intenso temor a volver a experimentar una crisis y esto les genera emociones y conductas desadaptativas. En estos casos se considera que la persona sufre un trastorno de pánico. La persona que padece un trastorno de ansiedad de este tipo, focaliza la atención en sus sensaciones corporales, e interpreta cualquier estímulo interno como señal de que algo terrible y nefasto va a ocurrirles. Este tipo de pensamientos acciona en el organismo el sistema de alarma que hace que se intensifiquen las señales corporales por lo que se entra en un círculo vicioso del que es difícil salir. Por añadidura, el malestar que le provoca hace que el sujeto evite exponerse a estas sensaciones por lo que nunca tiene posibilidad de comprobar lo erróneo de sus pensamientos.
En la primera etapa del tratamiento del trastorno por pánico, es fundamental que el paciente aprenda e interiorice varias ideas básicas:
Si estamos atentos a nuestras señales corporales, estas se intensifican y se perciben con más nitidez.
La ansiedad por sí misma no es peligrosa, es natural, nos protege y procura la supervivencia y se desactiva pasado un tiempo no muy largo.
Las conductas dirigidas a evitar el pánico hacen que el problema se mantenga a los largo del tiempo.
Son los pensamientos de tipo catastrofistas los que generan la ansiedad.
La raíz del problema está en la asociación que se crea entre la percepción de sensaciones corporales inofensivas y los pensamientos automáticos catastrofistas.
ETAPA 2: MANEJAR EL PÁNIC0
Tras la primera etapa en la que el paciente con trastorno de pánico ha interiorizado que el principal componente del pánico son las interpretaciones catastrofistas de las sensaciones internas temidas, en esta segunda etapa profundizaremos aún más en esta idea de un modo práctico. Nuestro objetivo ahora es que el paciente haga consciente y aprenda a identificar y modificar sus creencias erróneas sobre las sensaciones internas. Para ello utilizaremos los autorregistros de pensamiento, anotando los momentos en los que ha sentido ansiedad, los pensamientos que han surgido así como explicaciones alternativas que podrían sustituir a estos pensamientos y que son más racionales y positivas.
Además, por medio de una serie de ejercicios físicos y mentales el paciente se va a generar a sí mismo de una forma controlada las sensaciones que se sienten al principio de una crisis de pánico. Nuestro objetivo es que el paciente ponga a prueba sus pensamientos distorsionados sobre las sensaciones internas, de este modo conseguiremos que se vaya debilitando la asociación mental que es la base del problema (sensaciones corporales-pensamientos catastrofistas).
El paciente durante esta fase comprobará de un modo práctico:
Las sensaciones físicas son algo controlable.
Las sensaciones físicas no son dañinas.
Si estoy atento puedo percibirlas con más nitidez.
Si las percibo pero no las interpreto de un modo nefasto no me generan ansiedad.
Si cuando las estoy sintiendo me distraigo con otra tarea dejo de percibirlas.
ETAPA 3: PROVOCARTE SENSACIONES
La única manera de vencer al miedo es enfrentarnos cara a cara con él. En esta tercera etapa del tratamiento del trastorno por pánico, es primordial que nuestro paciente haya interiorizado perfectamente los conceptos de las etapas anteriores sobre cómo se genera el pánico y haya comprobado cómo puede provocarse a sí mismo las sensaciones temidas sin desarrollar interpretaciones catastróficas. Por medio de una serie de experimentos vamos a romper la asociación nefasta que se ha formado en la memoria de nuestro paciente (sensaciones corporales-pensamientos catastrofistas).
Los ejercicios que se realizan en esta etapa son los mismos que se han realizado en la fase anterior: autoobservación de las sensaciones corporales (por ejemplo pulso), hiperventilar, esfuerzos físicos que elevan la frecuencia cardiaca, ejercicios corporales para provocarse mareo, repetición de palabras que generan ansiedad, etc. La diferencia es que ahora sí vamos a exponernos a cierto grado de ansiedad. Una ansiedad manejable, controlando que no se dispare a niveles de pánico.
Nuestro objetivo en esta tercera etapa será:
La ansiedad no es una señal de que se avecina algo terrible.
Perder el miedo a sentir ansiedad, habituarse a ella y aceptar este tipo de sensaciones.
Comprobar que la ansiedad es una reacción corporal que se desactiva pasado un tiempo.
ETAPA 4: ELIMINAR LAS CONDUCTAS DE EVITACIÓN
Las personas con trastorno de pánico, viven con el temor de que en cualquier momento van a sufrir una crisis que les va a llevar a consecuencias terribles. Por ello en ocasiones evitan asistir a lugares en los que consideran que sería difícil recibir ayuda o acuden siempre acompañados por otras personas. Cuando esto sucede estamos hablando de un trastorno por pánico con agorafobia. La conducta de evitación en los trastornos de ansiedad hace que la persona nunca pueda comprobar la veracidad de sus creencias por los que la asociación entre sensaciones internas-pensamientos catastrofistas no sólo no se pone a prueba sino que se fortalece.
En esta etapa le vamos a pedir al sujeto que se enfrente gradualmente a situaciones que le generan miedo. Esta exposición se debe realizar de un modo rápido y seguido pero sin forzar ni llegar a niveles demasiado elevados de ansiedad. Nuestro objetivo es que la persona permanezca en la situación temida hasta un tiempo después de que la ansiedad haya desaparecido por completo. Para vencer realmente el miedo es importante que la persona se exponga con atención y aceptación y que evite conductas de seguridad que realizaba anteriormente como llevar el móvil, ir acompañado, etc.
ETAPA 5: EVALUAR LOS LOGROS
El objetivo del tratamiento del trastorno por pánico es que la persona pueda enfrentarse a niveles normales de ansiedad sin tener por ello la sensación de que algo terrible está a punto de ocurrir. Por ello lo más importante es que la persona haya perdido el miedo a las sensaciones internas porque ya no las considera síntomas de algo terrible.
La investigación ha demostrado que el factor de mayor peso como predictor de recaídas es el grado de creencia en las interpretaciones catastrofistas sobre las sensaciones internas y las crisis. Si la persona cree firmemente en que las sensaciones internas no suponen ningún peligro estará preparada para enfrentarse a cualquier situación cotidiana en la que la ansiedad pueda hacer su aparición.
Percatarse de la importancia de los pensamientos así como saber interpretar y modificar los que son contraproducentes es una habilidad que le va a ser útil al sujeto en multitud de ocasiones, optar por interpretaciones positivas y racionales nos ayudará a afrontar las situaciones problemáticas de un modo productivo y no incapacitante para toda la vida.
Raquel Cabrera, Psicóloga.
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