Solo haciendo cosas diferentes encuentras resultados diferentes.

Si no estás satisfecho con tu vida, recuerda que solo si haces cosas diferentes encuentras resultados diferentes. Si sigues haciendo las mismas cosas, como si tus días fuesen fotocopias unos de otros, el estancamiento que te ata con grilletes a la infelicidad seguirá estando ahí. Busca hacer cosas nuevas. Busca hacer algo que nunca hayas hecho. Pero, sobre todo, busca hacer cosas que no has hecho porque tenías perfectas excusas para no hacerlas. Esas serán las mejores. Identifica qué te ha frenado hasta ahora a hacer determinadas cosas y vence las barreras que te frenan. Camina por senderos que no has caminado porque tú mismo te decías que no podías caminar por ahí. Son los mejores. Esos que tú mismo te dices que «es algo que no puedes hacer» seguramente porque «nunca lo has hecho».

Si las barreras te las pones con otras personas, habla con ellas. Sí, sé que es difícil. Sé que incluso no tenéis nada de qué hablar. Y también sé que de ellas partirá un mutismo total. Pero no puedes seguir excusando tu alejamiento solamente porque no vas a encontrar un buen recibimiento por su parte. Porque esas personas se escudan en las mismas excusas para no dar ningún paso. Para permanecer también obteniendo los mismos resultados porque no hacen nada por cambiar.

Tienta la suerte. Arriesga. Da pasos. Muévete. Porque en la vida el único error es no avanzar. Y puede que tú lleves tiempo sin avanzar. Puede incluso que el año pasado estuvieses algo mejor. Y el anterior. Llevas ya un tiempo en fase descenso, caída libre, quizá desplome total. Y siempre has atribuido a otros la responsabilidad de que esto sea así. Siempre son las circunstancias las que te arrastran, ¿verdad? Esto tiene que cambiar. Tiene que llegar un momento en el que te sientas dueño de tu destino. En el que tus decisiones marquen el camino. En el que todo lo que te pasa y todo lo que haces sea fruto de tu propio albedrío.

Combate el estancamiento hablando con gente diferente. Buscando nuevas ideas. Acudiendo a nuevos sitios. No hay nada peor que tomar la decisión de buscar de nuevo ese sitio cómodo y protegido que es tu sofá. Ese sitio en el que tantas otras veces has estado sentado. Que incuso tiene la forma de tu cuerpo, lo que lo hace más cómodo y tentador. Pasar las tardes sentado a esa caja que apaga el cerebro, simplemente para no pensar.

Quizá llegue algún día en el que te des cuenta de que no has tenido vida. Solamente días. Y descubras que tener días no es lo mismo que tener vida. Quizá ese día te arrepientas. Si eres consciente. O quizá no. Quizá no seas consciente. Lo que quizá sea peor. Porque habrás pasado por la vida sin dejar huella. El mundo no sabrá nunca de ti porque eres un ser que ha pasado los días en su sofá. Sentado frente a la caja que apaga el cerebro. Y que no ha querido enfrentarse a cosas difíciles. Pues porque eran difíciles. Lógicamente. Desafortunadamente.

El miedo, la pereza, la desgana, te vencen. Te han vencido. Pero la noticia que te doy aquí es: «porque has querido». Solo tú eres dueño de tus circunstancias. Solo tú decides y creas los males que te rodean. El mundo no gira si tú no quieres que gire, porque tú tienes la capacidad de crear y cambiar lo que ves por la ventana. La primera reacción tuya será: Si la ventana siempre ha estado ahí, y lo que hay al otro lado de ella es demasiado grande como para cambiarlo. Algunas personas han aprendido a hacerlo cambiando de ventana. Cambia tus esquemas. Esos que te atrapan. Porque solo si aprendes a pensar de forma diferente será cuando aprendas a disfrutar de la vida de forma diferente. De forma que merezca la pena vivirla.

Fernando Pena

Psicólogo con consulta clínica privada y profesor de Psicología Clínica en el Instituto Europeo de Formación de Formadores. Director del Máster de Psicología Clínica de la AEPCCC en Valencia. Responsable del consultorio psicológico del periódico Las Provincias. Asesor de psicólogos sanitarios para la Agencia de Publicidad AMA.

E-mail: Fernando@cop.es
Twitter: @Psicoteca