Adicción al alcohol
Hace aproximadamente unos 10 000 años, surge un flechazo entre el ser humano y la droga legal más comercializada a nivel mundial, el alcohol. Desde ese momento, y hasta día de hoy, las distintas civilizaciones han consumido esta sustancia de diversas maneras y también han sufrido los efectos de un consumo crónico.
¿Por qué comenzamos a consumir alcohol? Seguramente, esta pregunta no sea fácil de contestar, ya que dependerá de cada individuo y de factores culturales, personales y ambientales. Un consumo responsable de alcohol no supone ningún inconveniente, el problema aparece cuando la persona no es capaz de regular su consumo, y es la sustancia la que dirígela conducta del individuo.
No todas las adicciones comienzan de la misma manera, es decir, no todos los alcohólicos han llegado a esta situación siguiendo la misma línea. Ciertas personas comienzan a consumir por diversión, dentro de un ambiente de ocio y rodeados de amistades, sin embargo, otras personas acaban consumiendo tratando de paliar el dolor producido en otras áreas de la esfera vital. No obstante, los efectos acaban siendo muy parecidos. La persona alcohólica suele tener problemas laborales y familiares, ha perdido amistades, y en general, la mayoría de los aspectos de su vida se han visto deteriorados.
Actualmente contamos con numerosos estudios que dan cuenta de los daños a largo plazo del consumo excesivo de alcohol por lo que se ha comenzado a tomar importantes medidas, sobre todo tratando de educar y concienciar a las nuevas generaciones.
El tratamiento para el alcoholismo es bastante duro. En primer lugar, y como con la mayoría de los trastornos, el paciente es el motor del cambio y tiene que estar motivado para llevar a cabo la terapia de manera satisfactoria. A diferencia de otras adicciones, el alcohol produce un síndrome de abstinencia realmente duro, con una sintomatología física muy marcada, y en casos extremos, el paciente va a a requerir hospitalización, ya que el síndrome de abstinencia puede llegar a producir la muerte.
La actitud del paciente y el apoyo de la familia y amigos es crucial para obtener un buen resultado terapéutico. El riesgo de recaída con pacientes alcohólicos es bastante alto, por lo que es importante que se haga un buen seguimiento a lo largo del tiempo, y en caso de recaída es de vital importancia motivar al paciente para que vuelva a retomar la terapia y no caiga de nuevo bajo las garras del alcohol.
El alcohol está muy instaurado en nuestra cultura y no va a desaparecer de un día para otro; tampoco debería de ser así. Todo el mundo debería poder disfrutar de un consumo responsable sin tener que caer en el exceso, y para conseguir este objetivo, al igual que tantos otros, contamos con una herramienta potentísima, la educación.
Alexandre González Valdés.
Comparte en: