Aburrimiento: las dos caras de una misma moneda
¿Cuál es su función?
Todos estamos familiarizados con este estado de falta de estímulos, algunos lo pueden vivir con más frecuencia que otros, sin embargo, ¿cree que se trata de un estado positivo o negativo?
Esta faceta de la conducta humana ha sido relativamente poco estudiada, debido a su consideración como algo insustancial, no obstante, encontramos algunos estudios empíricos que pueden conducirnos hacia una respuesta más clara sobre lo que el aburrimiento significa para el ser humano.
No se sabe exactamente sobre qué bases neuronales se asienta el aburrimiento, sólo podemos decir con seguridad de que se trata de una experiencia personal y subjetiva.
Viene dada por la falta de estímulos y, por tanto, de interés por parte de la persona que lo sufre. En ocasiones es descritas como algo molesto.
Durante años, desde la perspectiva psicológica, ha sido percibida como una emoción insustancial para el funcionamiento humano, pero su posterior exploración nos permitió ver que esto no era del todo cierto:
El aburrimiento, en cierta medida, nos puede servir:
- Como incentivo para conseguir metas
- Para buscar experiencias nuevas cuando las anteriores ya no nos resultan beneficiosas
- Para aumentar nuestras oportunidades de encontrar estímulos sociales, cognitivos y emocionales, que de otra manera, hubieran sido pasados por alto.
Pero, si queremos ver la otra parte de la moneda, estudios confirman la existencia de factores genéticos que hacen más probable la apariencia de aburrimiento en los sujetos así como la correlación con otras variables como:
- Desatención
- Abandono de los estudios
- Alcoholismo
- Conductas alimenticias desordenadas como pueden ser los atracones.
Pruebas experimentales
En 2011, dos investigadores irlandeses (Wijnand A. P. van Tilburg, Eric R. Igou) hicieron un experimento para determinar la influencia del aburrimiento en la emisión de juicios de valor.
Los voluntarios tenían que hacer de jueces en un caso hipotético en el que se producía una agresión; pero antes de que pudieran dar su sentencia; les ‘aburrieron’ en un juego de trazar espirales en una hoja.
Aquellos voluntarios que fueron previamente puestos en un estado de aburrimiento, asignaron más años de cárcel al delincuente que el grupo control.
En 2014, Timothy D. Wilson y David A. Reinhard dejaron a los voluntarios de su pequeño experimento solos, de forma individual, en una habitación durante 15 minutos con nada salvo sus pensamientos y un pequeño aparato que producía descargas eléctricas. No tenían acceso a ningún dispositivo que les indicara la hora.
Por increíble que parezca, un cuarto de las mujeres y dos tercios de los hombres del experimento prefirieron administrarse descargas eléctricas antes que estarse sentados y quietos.
Aburrimiento llevado al extremo
Por último, en lugar de un experimento, ilustremos un caso real, que ocurre con más frecuencia de la sospechada.
Extraído del libro ‘La España Vacía’ de Sergio del Molino; nos habla de Fago, una aldea del valle de Ansó (Los Pirineos) donde en enero de 2007 fue asesinado su alcalde. Este es uno de los muchos pueblos casi deshabitados de la península, constaba de aproximadamente treinta habitantes –todos sospechosos los días posteriores al asesinato, claro-.
El culpable del crimen fue uno de los amigos cercanos del alcalde, y una de las primeras personas que prestaron ayuda a la policía.
Estos pueblos, en las épocas más frías, se quedan aún más deshabitados; dejando a los pocos valientes solos, con el frío y los extensos kilómetros de nada nevada que les rodea y a esto se le suman los delirios típicos que esta gente suele vivir.
Desde la Psicología, podemos decir que este tipo de ocurrencias, se tratan de un ‘aburrimiento llevado al extremo’; sigue siendo una falta de estímulos, una ‘privación sensorial’, pero que cuando se junta con la soledad, llega a tener repercusiones fatídicas:
- Alucinaciones
- Brotes psicóticos
- Paranoia
- Delirio de relación
- Irritabilidad
- Desconfianza agravada
Gravedad del aburrimiento
Estas drásticas repercusiones pueden llegar a suprimir los mecanismos neuronales de recompensa y placer.
El neurocientífico James Danckert trabaja con la posibilidad de que la gente con altos niveles de aburrimiento puede llegar a desarrollar una estructura cerebral similar.
Y sólo mediante la aparición de estímulos o sensaciones muy fuertes, es capaz de salir de este circuito del ‘aburrimiento’. De ahí que se cometan conductas de todo tipo, las más graves –como en este caso- los asesinatos.
Conclusión
Basándonos en los datos obtenidos, podemos afirmar que, como toda conducta humana, en cierta medida puede ser beneficiosa (como ocurre con el estrés).
El problema se desarrolla cuando esta conducta o sentimiento impide a la persona funcionar de forma normal en su vida diaria; cuando se convierte en algo patológico.
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