Mindfulness: una herramienta para el bienestar emocional
El Mindfulness se ha consolidado como una herramienta valiosa para cultivar la atención plena y el bienestar emocional, esto es especialmente relevante en un mundo cada vez más acelerado y lleno de distracciones (APA, 2018). Esta práctica se basa en la conciencia y la conexión con el momento presente. En este artículo se explorará qué es el Mindfulness, los principios que lo rigen y se darán algunos ejemplos de prácticas utilizadas en este enfoque.
¿Qué es el Mindfulness?
El Mindfulness se entiendo como la práctica de «prestar atención de una manera particular: a propósito, en el momento presente y sin juzgar.» (Kabat-Zinn, 1990). Según Bishop et al. (2004), el Mindfulness se compone de dos elementos clave: la atención plena y la apertura a la experiencia. La atención plena se refiere a la conciencia y observación de las experiencias momento a momento, como pensamientos, sentimientos o sensaciones. Mientras que la apertura a la experiencia implica una actitud de curiosidad, apertura y aceptación tanto del mundo interno como externo.
«Simplemente parar y estar presente, eso es todo» (Kabat-Kinn, 2005)
Tiene sus orígenes en las tradiciones budistas (Thera, 1973), especialmente en la meditación Vipassana, que se centra en el desarrollo de la atención plena mediante la observación de la respiración, el pensamiento y las sensaciones corporales. Jon Kabat-Zinn fue pionero en llevar esta práctica al ámbito occidental durante la mitad del siglo XX e integró las prácticas de meditación budistas y sus conocimientos para desarrollar el programa de Reducción del Estrés basado en Mindfulness o MBSR (Kabat-Zinn, 1982). Este programa sentó las bases para el posterior desarrollo de muchas más intervenciones psicológicas.
Actualmente, el Mindfulness se aplica en le tratamiento de múltiples aspectos en la psicología, como la depresión, estrés, trastornos de la alimentación, dolor crónico, trastorno de estrés post-traumático, regulación emocional y trastornos de personalidad, entre otros (Hölzel et al., 2011). En este sentido, se ha encontrado que con la aplicación del Mindfulness hay un aumento en la autocompasión y las emociones positivas, así como una disminución de la rumiación (Keng et al., 2011). Además, estudios de neuroimagen han demostrado que la práctica regular de Mindfulness está asociada a cambios en áreas del cerebro relacionadas con la regulación emocional, la atención y la toma de decisiones (Hölzel et al., 2011).
¿Cuáles son los principios fundamentales?
Conocer los fundamentos del Mindfulness es necesario para practicarlo de manera efectiva. Es importante señalar que estos principios no son fijos, pueden variar según las interpretaciones individuales y esto ayudará a adaptar este enfoque a las necesidades y circunstancias de cada persona.
- Atención plena o conciencia: ser consciente de lo que ocurre en el momento presente, observando pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin distracciones.
- Observar sin juzgar: aceptar las experiencias tal como son, sin clasificarlas como «buenas» o «malas». Promover una actitud de curiosidad y apertura, lo que mejora la relación de los pensamientos y las emociones. Al evitar la crítica, se reduce el sufrimiento emocional y se favorece la auto-aceptación.
- Aceptación: permitir que las experiencias fluyan sin intentar controlarlas o alterarlas. Se trata de reconocer y aceptar la realidad tal cual es, sin esfuerzos por cambiarla.
- Presencia en el aquí y ahora: dejar de lado las preocupaciones sobre el futuro y los remordimientos del pasado, enfocándose en el momento presente. De esta manera, se puede experimentar la vida con mayor intensidad y disfrutar de los momentos simples.
- Autocompasión: Significa ser amable y comprensivo con uno mismo durante momentos de sufrimiento o fracaso. En lugar de caer en la autocrítica, se prioriza el auto-cuidado y el bienestar emocional.
- Desapego o dejar ir: soltar la necesidad de aferrarse a pensamientos, emociones o experiencias, reconociendo que la vida es cambiante. Comprender que aferrarse a lo incontrolable genera sufrimiento fomenta la flexibilidad cognitiva.
- Curiosidad y apertura: estar dispuesto a explorar las experiencias sin expectativas ni prejuicios, lo que facilita el descubrimiento de nuevos aspectos y el establecimiento de conexiones más profundas
Beneficios del Mindfulness
La mente se asemeja a un mono en una selva, que va saltando de rama en rama. En este sentido, nuestro cerebro va saltando de pensamiento en pensamiento, pudiendo crear una rumia sobre el pasado o preocupaciones sobre el futuro, impidiendo que vivas en el mundo presente. Este fenómeno se conoce como «mente errante» o divagar, se da cuando la atención se distrae de la tarea que se esté haciendo para focalizarse en el contenido que la mente produce de forma intrínseca. Según el estudio de Killingsworth y Gilbert (2010), las personas estamos divagando un 57% de nuestro tiempo y encontraron que a mayor tiempo en estado de «mente errante», menor es la felicidad de la persona.
Algunos de los beneficios de la práctica del Mindfulness estudiados científicamente son (Dunne y Davidson, 2012):
- Reducción de la rumiación.
- Reducción del estrés.
- Mejora en la memoria de trabajo.
- Mejora la concentración.
- Menor reactividad emocional.
- Mayor flexibilidad cognitiva.
- Mayor satisfacción en las relaciones sociales.
Prácticas de Mindfulness
El Mindfulness es un enfoque integral que incluye diversas prácticas diseñadas para fomentar la atención plena y la conexión con el momento presente. Desde la meditación sentada hasta el Mindfulness en movimiento, cada práctica ofrece diferentes beneficios y herramientas para desarrollar la conciencia y la autocompasión. A continuación encontrarás un listado de algunas de las prácticas más habituales en las terapias de Mindfulness:
- Escáner corporal: recorrer mentalmente el cuerpo, observando y aceptando sensaciones físicas sin juicio. Comienza generalmente en los pies y sube hasta la cabeza, ayudando a reducir tensiones y a mejorar la conexión cuerpo-mente.
- Respiración en tres pasos: se trata de una práctica breve para reconectar con el momento presente. Incluye tres fases: observar cómo te sientes, enfocarte en la respiración y expandir esa conciencia al cuerpo completo. Es útil en momentos de estrés.
- Lugar seguro: es una visualización donde se evoca un lugar que genera calma y seguridad. La mente se enfoca en este espacio, real o imaginario, para reducir el estrés y encontrar una sensación de refugio interno ante situaciones desafiantes.
- Meditación de atención plena y centrada en la respiración: la atención se dirige a la respiración. Cada inhalación y exhalación es observada sin intentar cambiarla, promoviendo la concentración y la calma mental al mantener el foco en el presente.
- Meditación en observación de pensamientos: observar los pensamientos que surgen, sin identificarse ni reaccionar ante ellos. Esta práctica ayuda a entender que los pensamientos son transitorios, permitiendo tomar distancia y reducir la reactividad.
- Meditación sentada: es una meditación que se realiza en posición sentada, enfocando la atención en la respiración, el cuerpo o los pensamientos.
- Mindfulness en movimiento o caminando: implica llevar la atención plena a cada paso y movimiento, observando las sensaciones del cuerpo mientras caminas. Esta práctica fomenta la conexión con el entorno y el propio cuerpo de forma consciente.
- Ofrecerse bondad a sí mismo: cultivar sentimientos de compasión y bondad hacia uno mismo.
- Práctica de la uva pasa: observar una pasa con atención plena, explorando su textura, olor y sabor. Sirve para entrenar la percepción sensorial y estar plenamente presente en una experiencia cotidiana.
- Registro de gratitud: anotar a diario aspectos por los que te sientes agradecido. Esta práctica fomenta una actitud positiva y ayuda a reducir el enfoque en pensamientos negativos o estresantes.
- Respiración compasiva: se dirige la respiración hacia una parte del cuerpo que experimenta dolor o incomodidad, con una actitud de aceptación y compasión.
- Silencio y reflexión: reservar tiempo para estar en silencio, sin distracciones, permitiendo la autoobservación y la introspección. Esta práctica ayuda a desarrollar claridad mental y conexión con el propio ser.
La práctica del Mindfulness no solo ayuda a mejorar la atención y la regulación emocional, sino que también fomenta cualidades como la autocompasión y la aceptación. Integrar estas prácticas en la vida diaria puede transformar la manera en la que se experimenta el mundo, permitiendo vivir de manera más plena y consciente. En un entorno que a menudo puede resultar abrumador, el Mindfulness ofrece un refugio para encontrar la calma y la serenidad.
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Referencias bibliográficas
American Psychological Association. (2018). Digital distraction: A growing challenge for attention and mental health. https://www.apa.org/news/press/releases/2018/08/digital-distraction
Bishop, S. R., Lau, M., Shapiro, S. L., Carlson, L. E., & Anderson, N. D. (2004). Mindfulness: A proposed operational definition. Clinical Psychology: Science and Practice, 11(3), 230-241.
Dunne, J., & Davidson, R. J. (2012). What are the benefits of mindfulness? A practice review of psychotherapy-related research. American Psychological Association. https://www.apa.org/monitor/2012/07-08/ce-corner
Hölzel, B. K., Carmody, J., & Vangel, M. (2011). Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Research: Neuroimaging, 191(1), 36-43.
Kabat-Kinn, J. (2005). Mindfulness meditation: The simple path to inner peace. [Publicación sin datos de edición específicos].
Kabat-Zinn, J. (1982). An outpatient program for the treatment of chronic pain based on the practice of mindfulness meditation: Theoretical considerations and preliminary results. Pain, 4(1), 99-114.
Keng, S. L., Smoski, M. J., & Robins, C. J. (2011). Effects of mindfulness on psychological health: A review of empirical studies. Clinical Psychology Review, 31(6), 1041-1056.
illingsworth, M. A., & Gilbert, D. T. (2010). A wandering mind is an unhappy mind. Science, 330(6006), 932. https://doi.org/10.1126/science.1192439
Thera, N. (1973). The heart of Buddhist meditation: Satipatthana: The development of mindfulness. The Buddhist Publication Society.
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