¿Cómo nos comunicamos en pareja? Los problemas más comunes

Como seres humanos que somos, la comunicación es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación interpersonal que se precie, determinando cómo interactuamos con los demás y el tipo de relaciones que creamos. Lo mismo puedes observar en el contexto de la pareja, donde la comunicación es incluso más importante que en otros ámbitos sociales, ya que existe una clara cercanía y confianza. Sin embargo, estoy seguro de que más de una vez te habrás encontrado en situaciones donde surgen problemas que pueden dificultar el entendimiento mutuo y, en general, intensificar los conflictos y dar más problemas, haciéndote sentir peor tanto a ti como a tu pareja.

Por esto mismo te traigo una revisión de los problemas más comunes de comunicación en la pareja y cómo deberías afrontarlos:

 

Falta de escucha activa

Comenzando por uno de los problemas más frecuentes, habrás escuchado en infinidad de lugares que la falta de escucha activa es una gran piedra en el camino. Y es que en muchas ocasiones, las parejas se encuentran en una dinámica en la que uno habla y el otro simplemente espera su turno para responder, sin realmente prestar atención a lo que se dice. Esta falta de atención puede llevar a malentendidos y a la sensación de que las preocupaciones del otro no son valoradas ni respetadas. Por esto, es importante parar, dejar de lado la necesidad que puedas tener de formular tus argumentos para contestar cuando tengas la oportunidad, y en cambio centrarte en interiorizar verdaderamente lo que se te está diciendo y las emociones que van acompañadas. Si escuchas atentamente y centras tu atención en captar el mensaje que la otra persona te intenta dar, no sólo estás favoreciendo entender mejor todo lo que se te dice, y por tanto evitar posibles malentendidos, sino que también vas a hacer que la otra persona se siente escuchada, cosa que al final os acerca más y favorece la resolución del conflicto en vez de promoverlo.

 

Falta de muestras de afecto y empatía

En relación con el punto anterior, es realmente importante que cuando discutas con tu pareja, no te limites sólo a lanzar argumentos y encender más el conflicto; escuchar de forma activa es un buen punto de partida, pero no es la única cosa que puedes hacer. Un error muy común que todos cometemos y que seguramente te suene es precisamente el no mostrar que entendemos y respetamos la perspectiva del otro. Incluso al verbalizarlo, a veces se puede caer en mensajes poco convincentes o contradictorios si nuestra muestra de empatía no va acompañada de comunicación no verbal coherente con el mensaje, y a su vez (si es posible), algún tipo de muestra de afecto que reafirme nuestras intenciones. Por supuesto no siempre será adecuado o posible el poder mostrar afecto físicamente mediante algún toque afectuoso, pero al verbalizar el respeto y empatía que puedas sentir por la otra persona, y acompañarlo de gestos que reafirmen tu intención (como los previamente mencionados), vas a mandar un mensaje mucho más fuerte y consistente de empatía y aprecio, que hará que la otra persona se sienta querida, respetada, e incluso comprendida, todo esto repercutiendo al final en una mejoría clara del tono y desarrollo de la discusión.

 

Interpretar erróneamente

Otro gran desafío en la comunicación en pareja es precisamente fruto de lo previamente mencionado, y es que al no atender a la otra persona, las interpretaciones que vas a hacer sobre lo dicho pueden caer fácilmente en errores. Además, las parejas pueden tener diferentes estilos de comunicación y, a veces, lo que para uno puede parecer una broma, para el otro puede ser una ofensa (eso sin tener siquiera en cuenta la predisposición que la persona puede tener en un momento determinado a recibir de buena gana o no ciertos comentarios). Este tipo de malentendidos puede generar resentimientos y conflictos innecesarios, que pueden llegar a enquistarse y escalar con el tiempo. Por esto mismo, es esencial fomentar un ambiente donde ambos os sintáis cómodos expresando vuestros sentimientos y aclarando cualquier confusión que pueda surgir, dejando espacios claros para que tanto tú como tu pareja podáis explicar y aclarar cualquier tipo de malentendido. Lo importante es que frenes ese primer impulso de saltar a conclusiones precipitadas y te tomes (y cedas) el tiempo necesario para que el mensaje se pueda transmitir y comprender correctamente. Si es necesario, también es importante dejar espacios para aclarar o reencauzar comentarios que ya pueden no haberse interpretado correctamente o no haber sentado muy bien, ya que el foco es la comprensión, la expresión asertiva, y la resolución del conflicto, no el fomentarlo creciente e indefinidamente, alargando y maximizando el malestar de los implicados.

 

Falta de comunicación en su totalidad

También te puedes encontrar no comunicando información relevante para la relación en general, dejando un vacío no sólo de comprensión, sino de comunicación en su totalidad. Muchas veces, las parejas asumen que el otro sabe lo que ellos necesitan o desean, cayendo en un error muy común y por tanto dejando de hablar sobre temas básicos y de mucha importancia con su pareja, lo cual acaba a largo plazo produciendo decepción, frustración, y más conflictos innecesarios. Por esta misma razón, es crucial que ambos miembros de la pareja os sintáis libres de expresar vuestras expectativas y necesidades de manera clara y honesta, sin asumir que el otro debería saber ya esta información, puesto que la comunicación se convierte en los cimientos de la pareja, indispensables para una relación sana y fructífera.

 

Comunicación no verbal confusa

La comunicación no verbal es también un elemento fundamental en las dinámicas relacionales.; gestos, expresiones faciales y el tono de voz pueden transmitir mensajes que a veces son más poderosos que las palabras mismas, produciendo efectos y respuestas fuertes en los demás. Tanto ignorar estos aspectos, como excederse con ellos a la hora de usarlos puede llevar a malentendidos y riñas indeseadas. Por lo tanto, te recomiendo prestar atención a la comunicación no verbal y a cómo ésta moldea la forma en la que tu pareja puede percibir lo que le estás comunicando, y a la inversa. De hecho, encontrarás rápidamente la utilidad a un buen uso de la comunicación no verbal, funcionando como herramienta indispensable a la hora de aplicar el resto de técnicas que ya te he presentado, y dándote mayor control sobre lo que transmites.

 

Estrés y otros problemas externos

Finalmente, te encontrarás con situaciones y problemáticas en las que simplemente tú o tu pareja no estéis de humor y no os veáis capaces de comunicaros efectivamente. Tienes que entender que en ocasiones las parejas se ven arrastradas a discutir por elementos externos, puesto que somos personas y hay infinidad de cosas que nos pueden afectar en nuestro día a día, alterando nuestro estado de ánimo y nuestra predisposición a la hora de ser más o menos asertivos y más o menos comunicativos. Ante todo, lo que puedes hacer en estos casos es identificar cuándo no estés en condiciones de comenzar una discusión o de afrontar un conflicto, e intentes comunicarlo de forma respetuosa para poder buscar una alternativa, ya sea aplazar la conversación, o pedir mayor tacto y comprensión a tu pareja. Lo mismo se aplica a la inversa, puesto que también puedes ser capaz de identificar las señales que indiquen que tu pareja no está en condiciones de afrontar ciertas problemáticas, y por tanto aplazar el comentario o discusión que quieras presentarle, o incluso ofrecerle alternativas si ya ha comenzado el conflicto.

 

Alejandro G. Salazar, 

Psicólogo colaborador del equipo Calma al Mar y Asociación Española de Psicología Sanitaria AEPSIS.

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