Estilos educativos parentales y crianza
La educación y crianza de los hijos forman parte de un largo y costoso viaje. Muchos padres se cuestionan continuamente sus capacidades, se preguntan cómo afrontar las situaciones o como encauzar de forma adecuada la educación de sus hijos.
No obstante, es importante tener en cuenta, que ninguno de nosotros nace enseñado, la educación de nuestros hijos es un proceso continuo de aprendizaje tanto para ellos como para nosotros mismos.
APRENDIENDO A SER PADRES
A lo largo de nuestra vida, a través de la interacción social, de la interacción con nuestros padres de las experiencias vividas etc… comenzamos a conformar el camino hacia la parentalidad. Todo ello influye en nuestra forma de pensar, en los valores, en nuestros comportamientos y en las creencias, que posteriormente conformaran nuestro estilo de crianza.
Los padres somos por tanto las figuras de referencia de nuestro hijo, somos los encargados de promover su cuidado y sus capacidades, de guiarles, sostenerles y de conocer sus necesidades. No obstante bien es cierto que no somos las únicas figuras educativas, sí las más importantes, pero trabajamos conjuntamente con el resto del núcleo familiar, con las escuela, con los iguales y con la sociedad en general.
Desarrollar la parentalidad implica también un crecimiento personal, un trabajo donde ambos padres cooperan de forma conjunta siendo por tanto necesario tener una misma dirección, apoyarse mutuamente y evitar las discrepancias educativas. Debemos asentar y construir un proyecto un común, donde ambos conformemos un rol equilibrado e igualitario.
Asimismo es muy importante aprender a reconocer errores, ya que estos errores nos van a ayudar a aprender y re-encuadrar la situación. Tenemos que fomentar nuestra propia seguridad, querernos y creer en nosotros y nuestras capacidades, todo ello contribuirá también en lo que trasmitamos a nuestros hijos.
Todo ello se puede trabajar y desarrollar con algún buen curso de inteligencia emocional.
TIPOS DE ESTILOS EDUCATIVOS
A la hora de establecer las pautas de crianza, la labor educativa y el manejo del comportamiento de nuestros hijos, se ha observado la existencia de diferentes estilos de crianza o estilos educativos.
- Padres y madres autoritarios: Este modelo hace referencia a padres y madres con normas muy rígidas y minuciosas. Recurren de forma constante a los castigos y no al refuerzo, haciendo uso de un estilo comunicativo cerrado y/o unidireccional. Son padres que constantemente están enfadados, viviéndose un ambiente de hostilidad y tensión en todo el sistema familiar.
- Padres y madres permisivos: Estilo educativo carente de normas y límites, se rige por una gran permisividad donde en ocasiones el rol del adulto lo tiene el niño. Se caracteriza por una evitación de la afirmación de autoridad y una extrema flexibilidad.
- Padres y madres negligentes: Este estilo presenta principalmente cierta carencia e implicación afectiva en los asuntos de los hijos. Existe una baja motivación e implicación en la labor educativa. Suelen ser padres fríos y distantes, con ausencia de normas y poca comunicación.
- Padres y madres democráticos: estilo educativo caracterizado por el empleo de la disciplina positiva. Trasmiten afecto hacia sus hijos y posee altos niveles de comunicación e interacción con ellos. Suelen ser padres que poseen una ajustada y adaptada autoestima, seguros de sí mismos, equilibrados, claros y firmes. Hacen uso de normas y limites adaptados a la edad evolutiva del menor. Asimismo valoran y reconocen la importancia de la frustración en los más pequeños y el establecimiento de reglas. Educan intentando fomentar en sus hijos la autonomía y la independencia.
IMPORTANCIA DE ESTABLECER LIMITES Y NORMAS
La educación y la disciplina son factores indispensables en el desarrollo y crianza de un niño, es muy importante crear un sistema familiar donde existan reglas y límites.
Estos límites y normas han de ser claros y han de establecerse teniendo siempre en cuenta la edad de nuestro hijo y su capacidad de comprensión. Los niños deben interiorizarlos a medida que avanzan en su desarrollo con el objetivo de que aprendan valores y pautas de comportamiento, convirtiéndose así en un adulto capaz, madura, independiente y adaptado socialmente.
La disciplina favorece además, la convivencia familiar y el establecimiento de límites proporciona en los más pequeños seguridad, permitiéndoles una mejor y mayor adaptación social.
¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR?
Debemos llegar a actuaciones concretas y positivas, establecer un marco de referencia para nuestro hijo, pautas de comportamiento que sean un ejemplo y ser coherente en el establecimiento de esos límites y asociaciones causa-efecto. A continuación os propongo unas pautas de actuación generales que favorecen a desarrollar una disciplina positiva en la crianza.
- Límites claros
- Pocas reglas pero intentar que se cumplan
- Autoregulación emocional
- Manejo de la frustración
- Evitar gritos y comportamientos hostiles
- Formular límites de manera positiva
- Adaptar los límites y normas a la edad de nuestro hijo
- Ofrecer tiempo de aprendizaje y asimilación
- Reforzar y valorar a nuestro hijo en sus logros y progresos
- Ser firmes en el cumplimiento de normas
- Hacer partícipe a nuestro hijo en el establecimiento de normas
- Trasmitir confianza
- Trabajar la inteligencia emocional
- Trasmitir amor y afecto
Si os encontráis atravesando una situación difícil en el manejo de situaciones o comportamientos con vuestro hijo o éste presenta problemas de conducta, puedes contactar con nosotros pidiendo cita en el siguiente enlace y estaremos encantados de ayudarte.
Aprovecho este artículo para presentaros nuestro servicio de escuela de padres, donde encontrareis un conjunto de charlas y talleres formativos. Es especial os presento un nuevo proyecto que se llevará a cabo a finales de enero, “Edúcate y Edúcale”, a continuación os dejo en el siguiente enlace un pequeño adelanto donde os explicamos en qué consistirá.
Andrea Delgado Carretero
Psicóloga en Centro de Psicología Sanitaria Valencia
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