El desarrollo durante la vejez
El rol de las personas con una edad avanzada puede variar según cual sea la cultura del momento histórico. Habitualmente la actitud presentada hacia los ancianos es de carácter más positivo si la sociedad es más primitiva. Sin embargo, los jóvenes tienden a tener una imagen más negativa de los ancianos que el resto de la población. Además, el prestigio de las personas mayores suele ser directamente proporcional al numero de habitantes pertenecientes a este grupo de edad.
Aunque en la actualidad nuestra sociedad considera a la vejez como una etapa caracterizada por pérdidas y deterioros, la psicología del ciclo vital busca promover una visión más optimista del paso de la adultez a la vejez. Persiguen así cambiar la visión negativa generalizada sobre la vejez, facilitando una información adecuada sobre el envejecimiento.
Según distintos autores, las etapas del envejecimiento propuestas son las siguientes:
- Tercera edad: a partir de la jubilación, cuando la persona tiene más de 65 años.
- Ancianidad: esta etapa, de 70 a 75 años, se relaciona con modificaciones en la orientación de actividades y responsabilidades que aún mantienen, mientras también cambian las relaciones sociales.
- Última senectud: En torno a los 80 años, aumentan las limitaciones cotidianas y el nivel de mortalidad, aunque puede llegar a ser un periodo vivido plenamente.
Clases de envejecimiento
Envejecimiento primario
Se refiere a los mecanismos de deterioro biológico que experimentan todos los seres humanos y que implican cambios graduables e inevitables que se asocian a la edad. Se trata de un proceso común que tiene lugar independientemente de poseer un buen estado de salud o mantener un estilo de vida activo. Por tanto, el envejecimiento primario es inevitable, universal e irresistible.
Según la perspectiva psicológica, esta clase de envejecimiento se considera como una crisis en el funcionamiento del organismo provocada por el deterioro de sus mecanismos de control. Sin embargo, la perspectiva biológica expresa un gran desacuerdo en el momento de construir una teoría única o establecer una explicación básica común.
Envejecimiento secundario
Hace referencia a una serie de procesos de deterioro que aumentan con el paso de los años y que están relacionados con factores controlables por los individuos como los hábitos de vida, su dieta, actividad física o influencias del contexto. En consecuencia, esta clase de envejecimiento es prevenible, evitable y no universal. Gran parte de las enfermedades y patologías encontradas en los adultos no son resultado del envejecimiento primario sino del secundario. Este es un tipo de deterioro asociado a factores controlables.
Envejecimiento terciario
Este envejecimiento ha sido propuesto posteriormente por diversas investigaciones, basándose en la hipótesis de la caída o el bajón terminal. Varios estudios longitudinales han concluido que conforme se aproxima el fallecimiento de un sujeto, van surgiendo deterioros generalizados en su funcionamiento psicológico. Dichos deterioros son mayores cuanto más se acerca el anciano a su muerte. Específicamente se reduce su capacidad de adaptación, deteriorándose habilidades cognitivas, también se altera su personalidad y se vuelve más sensible al dolor. Por tanto, se trata de deterioro psicológico que aumentan según se aproxima la muerte de un individuo.
Interacción entre los tipos de envejecimiento
Estas tres clases de envejecimiento interaccionan entre ellas y sumando sus efectos. Basándose en esta consideración, se desarrolla la metáfora del envejecimiento en cascada, según la cual:
- El envejecimiento primario causa un enlentecimiento del procesamiento de información.
- El envejecimiento secundario potencia las pérdidas y deterioros conforme aumenta la edad. Esto se hace especialmente evidente con enfermedades cardiovasculares o crónicas.
- El terciario supone perdidas globales que trascienden durante todo el proceso psicológico.
Criterios de ajuste y adaptación
El envejecimiento normal se ha considerado, en oposición al envejecimiento patológico, como un proceso con ausencia de enfermedades crónicas. En cambio, el envejecimiento satisfactorio o exitoso se lleva a cabo cuando las personas pueden adaptarse correctamente a todas aquellas modificaciones que tienen lugar en su vida.
Para valorar si el envejecimiento es satisfactorio se valoran tanto indicadores subjetivos como objetivos. Subjetivos como el control percibido del sujeto o la autoestima e indicadores objetivos entre los que destacan la expectativa individual de vida, salud, nivel de ingresos y actividad social.
Los eventos vitales
El enfoque contextual característico de los psicólogos sociales estudia el grado de influencia que los eventos biológicos, cognitivos o sociales y los antecedentes inmediatos tienen en la manera de ser y en la conducta de un determinado sujeto. Por tanto, investigan como dichos factores contribuyen a la estabilidad o al cambio de personalidad. Este punto de vista defiende que la personalidad se define en función de las experiencias de socialización y de los roles sociales que adopta el individuo. Consecuentemente, la manera de ser de los adultos y ancianos estaría mas justificada por las experiencias vividas por dimensiones estables.
Existen una serie de acontecimientos relevantes que tienen lugar durante la vida adulta o vejez de una persona y que pueden llegar a ejercer una enorme influencia en ella. Entre todos estos acontecimientos destacan pasar un proceso de divorcio, la viudedad o los periodos de duelo, la experimentación del nido vacío o el cambio vital consecuencia de la jubilación.
Laura NR – Graduada en psicología
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